Acogida favorable de las asociaciones de consumidores

Las organizaciones de consumidores han acogido favorablemente la autorización de descuentos, si bien el portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), José María Múgica, considera "imposible" el del 100%."Cualquier medida liberalizadora es positiva para el consumidor, y el 25% es lógico, pero al que redactó lo del 100% se le fue la cabeza. Que alguien explique cómo se puede descontar todo", manifiesta Múgica.

El responsable de Educación de la Unión de Consumidores de España (UCE), Rafael Urrialde, se muestra "totalmente a favor" de la iniciativa. "La llevamos pidiendo curso tras curso, aunque no sabíamos que la iban a aprobar ahora". Sobre el pleno descuento, afirma: "Si alguien regala los libros, fenomenal. Se trata de una oferta comercial, no es vender a pérdidas. Si el libro de texto financia ahora mayoritariamente a las librerías, habrá que buscar la forma de que el Gobierno las ayude para que puedan subsistir", añade.

Hipermercados

El Instituto de Defensa del Libre Comercio (ldelco), que preside Pedro Schwartz, agrupa. a numerosos hipermercados y cadenas comerciales, entre ellos Pryca, Continente y Alcampo. Schwartz, uno de los principales consejeros en la sombra de Esperanza Aguirre, niega haberla presionado y asegura que se ha quedado corta por limitarse a los libros de texto. También rechaza que el instituto que preside haya tratado sobre el problema."El problema no lo tendrán los libreros, aunque deberán cambiar su funcionamiento y modernizar la estructura de distribución, vendiendo en Internet y por correo, o agrupándose en grandes centrales de compras. El verdadero problema lo tendrán los editores, que ahora se hinchan, y se van a encontrar con la horma de su zapato", vaticina Schwartz.

El presidente de Idelco considera imprevisible la evolución de la competencia comercial, pero asegura que no habrá un oligopolio de hipermercados: "No hay que inventarse ninguna secuencia. Hay que acudir a los hechos y a la experiencia de otros países, como Estados Unidos, donde las cosas funcionan bien. El temor al oligopolio no es. real: no hay un hipermercado, sino muchos, y todos se vigilan por encima del hombro".

Para Schwartz, el hecho de que la Unión Europea sea partidaria de que las autoridades nacionales otorguen una atención especial al libro como "objeto cultural" no tiene mayor importancia: "La Unión Europea es un grupo de presión, un cartel de productores a costa de los consumidores".