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El Museo Guggenheim de Bilbao desvela el contenido de su colección permanente

Comienzan las visitas corporativas e institucionales al centro, que exhibe 300 obras

El Museo Guggenheim de Bilbao desveló ayer el misterio sobre las obras que estarán expuestas al público en el sorprendente edificio de piedra y titanio que ha diseñado el arquitecto norteamericano Frank O. Geliry. Horas antes de presentar por vez primera a un grupo de invitados el interior de la pina coteca, la dirección del Guggenheim de Bilbao difundió la lista de Cerca de 300 obras. que configurarán la colección permanente del museo en sus primeros años de funcionamiento. El recorrido por el arte del siglo XX que propone el Guggenheim de Bilbao comienza con los balbuceos de Kandinsky en la abstracción y avanza hasta la creación más reciente, con especial atención al expresionismo abstracto y al arte minimalista. Las obras procedentes de los fondos de la fundación neoyorquina han sido completadas con la colección de piezas adquiridas por el museo vasco, que comprende obras de la Escuela de Nueva York, de Anselm Kiefer, esculturas de Eduardo Chillida y varios encargos.

Los empleados del museo y las personas que han colaborado en su construcción abrieron ayer el programa de visitas corporativas, que se extenderá a lo largo de las dos próximas semanas. Antes de que los Reyes presidan el 18 de octubre la inauguración oficial del museo, pasarán por el Guggenheim de Bilbao unas 10.000 personas. Serán los invitados a las visitas corporativas e institucionales. Organizados en grupos de unas 500 personas, el museo presentará su espectacular arquitectura y su contenido a los miembros del mundo artístico, a los empresarios, los amigos del museo, el cuerpo diplomático, los políticos vascos o los medios de comunicación.Para el resto, el público en general, el Guggenheim no ha previsto ni un solo día de entrada gratuita, a pesar de que la totalidad de los gastos generados por la apertura del museo ha sido financiada con dinero público.

El director general del Guggenheim, Juan Ignacio Vidarte, pidió ayer "disculpas" a quienes no habían sido invitados. "Sintiendo que no podamos llegar a más personas", justificó Vidarte, "sí hemos alcanzado a una muestra representativa de la sociedad".

En el interior, las obras se reparten en más de 10.000 metros cuadrados de exposición, distribuidos en salas de características muy diferentes. En las galerías de la planta tercera, de dimensiones convencionales, se han colocado las obras maestras del arte del siglo XX . Es el lugar reservado para Kandinsky, Chagall, Picasso, Braque, Mondrian y Giacometti, entre otros.

La segunda planta, con galerías de estilo clásico y tres salas de planta curva de mayores dimensiones, se dedica al arte de la posguerra, con un amplio recorrido cronológico, desde el expresionismo abstracto de Pollock, De Kooning, Still, hasta la sala dedicada a Francesco Clemente, uno de los principales representantes del transvanguardismo italiano.

Siete obras de Chillida

El Guggenheim de Bilbao ha logrado, en el límite del tiempo disponible antes de la inauguración, saldar las diferencias de criterios que mantenía con el escultor Eduardo Chillida. Los conservadores del museo habían previsto inicialmente mostrar piezas creadas por Chillida en los años sesenta en una sala dedicada a confrontarlas junto a obras del pintor Antoni Tàpies, con las propuestas realizadas en América por Robert Motherwell y David Smith. Chillida había mostrado su desacuerdo con la exhibición de sus esculturas propiedad del Guggenheim de Nueva York porque no mostraban las líneas de su trabajo más reciente. Finalmente, el Guggenheim de Bilbao integrará en su colección siete obras de Chillida, cuatro de ellas adquiridas tras "un proceso de reflexión conjunta", según reconoció ayer Vidarte, entre los responsables del museo y el artista. Las obras compradas a Chillida, esculturas realizadas en acero, granito y alabastro, están realizadas entre. 1993 y 1996.La primera planta del museo ofrece los espacios más sorprendentes. Gehry ha dispuesto en el primer nivel, alrededor del atrio que recibe a los visitantes, salas de dimensiones espectaculares. La más grande, casi una nave de proporciones industriales, tiene una superficie de 3.000 metros cuadrados. En estos espacios se exponen las obras pop de Lichtenstein, Warhol y Oldenburg, y el arte conceptual de Joseph Beuys, junto a otras obras de más difícil encaje, en espacios de características más convencionales. La visión del arte del siglo XX de los conservadores del Guggenheim sólo mira a Europa y el norte de América. En la selección de obras sólo hay, por ejemplo, un representante latinoamericano: dos pinturas muestran el trabajo del artista cubano Wifredo Lam.

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