Madrid y Castilla y León empezaron a vacunar a los niños y adolescentes contra la meningitis C

Dos comunidades autónomas, Madrid y Castilla y León, empezaron ayer sus respectivas campañas de vacunación contra la meningitis C. Otras dos -País Vasco y Murcia- ya están administrándoselas a sus niños y adolescentes de entre 18 meses y 19 años desde la pasada semana. En total, seis millones de españoles recibirán la dosis de una vacuna que no inmuniza totalmente y que ha levantado voces en contra de los expertos, quienes no creen que el aumento de casos haga necesaria la vacunación masiva por la que han optado 15 comunidades (todas, salvo Navarra y Canarias).Madrid fue una de las zonas donde más cundió la alarma en la pasada primavera.. De hecho, los expertos y responsables sanitarios reunidos en Oviedo en junio pasado sólo recomendaron la vacunación masiva para Madrid, País Vasco y Extremadura. La población susceptible de recibir la inyección es de un millón en Madrid, 370.000 en País Vasco y 253.000 en Extremadura. En Castilla y León, de 475.000. El temor de los padres por el aumento de casos ha movido a las comunidades autónomas a reconsiderar su postura y recomendar la vacunación masiva. Cataluña, Aragón y Andalucía han adoptado, sin embargo, por la postura intermedia de no obligar a recibir la vacuna, para dejar la decisión en manos de los padres y facilitarla a quien la pida. A pesar de que el número de casos se ha duplicado, éstos sólo representan 4,14 por cada 100.000 habitantes, lejos de los 10 casos por 100.000 que la Organización Mundial de la Salud considera epidémicos.

Entre las 15 autonomías que, con una u otra fórmula, han optado por la. vacunación, se van a gastar este año casi 4.300 millones de pesetas en una medida que, según el presidente de la Organización Médica Colegial, Ignacio Sánchez Nicolay, responde más a criterios políticos que técnicos. En el mismo sentido se ha manifestado el presidente de la Asociación Española de Pediatría, Manuel Moya. Uno de los principales argumentos de los expertos -además de que la incidencia no sea aún alarmante- es que la vacuna resulta menos eficaz en los más pequeños, que son los que mayor riesgo corren, y que las dosis de recuerdo apenas son efectivas. -