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Trabajo reclama 900 millones a la Caixa de Catalunya por cotizaciones a la Seguridad Social

La Inspección de Trabajo ha cuestionado en una reciente acta la utilización por parte de las cajas de ahorro de los contratos de aprendizaje, una modalidad de contratación existente hasta la última reforma laboral que, entre otros beneficios, implicaba unas menores cotizaciones a la Seguridad Social. La pasada semana, la inspección envió un acta a la Caixa de Catalunya en la que reclama a esta entidad unos 900 millones de pesetas, de los que 778 millones corresponden a cotizaciones a la Seguridad Social y el resto al pago de los correspondientes intereses.

La inspección afirma que la caja de ahorros no podía utilizar este tipo de contratos, parte de los cuales se realizaron con personas tituladas, y debía haber optado por la figura del auxiliar, contemplada en el convenio del sector. Otra caja de ahorros está también sometida a inspección por el mismo motivo.A finales del pasado año, en el sector de cajas de ahorro existían 1.400 contratos de este tipo, de los que más de 1.000 correspondían a las cajas catalanas. El contrato de aprendizaje, que ha sido sustituido tras la última reforma laboral por el llamado de formación, fue creado en 1993 y se aplicaba a jóvenes de entre 16 y 25 años que no tuvieran la titulación específica adecuada para ser contratados en prácticas.

Según el acta de la Inspección de Trabajo, de los 551 contratos de aprendizaje utilizados por la Caixa de Catalunya, 58 lo fueron con personas con titulación académica, 188 con personas que estaban cursando la segunda parte de la carrera, mientras que el resto no estaba estudiando, aunque la mayoría había cursado COU. La inspección, a partir de la existencia de contratos con licenciados, ha cuestionado el conjunto de los contratos de este tipo concertados por la entidad de ahorro y le reclama la diferencia entre la cotización pagada a la Seguridad Social y la que debería haber pagado con otro tipo de contrato.

Portavoces de la caja de ahorros han señalado que la utilización del contrato de aprendizaje fue consultada a través de la Asociación de Cajas de Ahorros para Relaciones Laborales, con la Secretaría General de Empleo y Relaciones Laborales, dependiente del Ministerio de Trabajo. Un informe firmado en junio de 1994 por la entonces directora general de empleo, Aurora Domínguez, señala que "es posible celebrar un contrato de aprendizaje con un titulado, siempre y cuando los conocimientos adquiridos por dicho título sean distintos a los que podría adquirir en el aprendizaje del oficio". La caja argumenta que la posesión de un título universitario no implica poseer formación adecuada para desempeñar tareas como las de gestor comercial o administrativo.

La entidad de ahorro ha señalado también que la utilización del contrato de aprendizaje se puso en marcha tras la inclusión de esa figura en el convenio colectivo del sector. La caja ha asegurado que recurrirá contra el acta de la inspección. La inspección en la entidad se produjo tras una denuncia sobre algunos casos presentada por CC OO.

Caixa de Catalunya ha realizado 551 contratos de aprendizaje, para los que, según la propia entidad, se negoció un convenio interno que mejoraba las condiciones salariales del sector y ampliaba la cobertura mínima ofrecida por la Seguridad Social.

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