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La Biblioteca Nacional recupera el archivo personal de Gabriel Alomar

Una parte del archivo y la biblioteca personal del destacado político e intelectual republicano y socialista mallorquín Gabriel Alomar Villalonga (Palma, 1873-El Cairo, 1941), así como manuscritos y cartas que cruzó con escritores y pensadores de su época, han ido apareciendo en sucesivas subastas celebradas en Madrid, tras la venta, por un precio irrisorio, que efectuó uno de sus nietos, poseedor del legado. El Estado español ejerció el derecho de retracto en los diferentes lotes sobre la última puja -pagando un total de unos seis millones de pesetas por el material que se compró inicialmente por 200.000 pesetas- para evitar su dispersión, y los ha destinado a la Biblioteca Nacional, de Madrid.Escritos de Miguel de Unamuno, Valle-Inclán, Llorenç, Villalonga, Azorín, Baroja, Joan Estelrich, Rosselló Pórcel y Rubén Darío, así como conferencias inéditas de Alomar, figuran entre los mil documentos que fueron subastados.

Gabriel Alomar fue primero un creador y agitador literario-político y más tarde ejerció de implacable catedrático de instituto en Palma, Figueres y Gijón. Posteriormente, se consolidó como un reputado ensayista y crítico de libros en diarios de España y Argentina. Estas circunstancias le facilitaron contactos por correspondencia y personales con numerosos autores de los que existía constancia en su archivo de Palma.

El futurismo

Alomar publicó básicamente ensayos -destacaron los alegatos contra la guerra y contra la pena de muerte-, cultivó la poesía y escribió alguna novela breve. Se proclamó futurista y teorizó sobre el modernismo. Se inclinó por la izquierda socialista y el catalanismo cultural. Fundó el Partit Republicà Català y la Unió Socialista de Catalunya. Fue diputado por Barcelona y luego por Mallorca durante la República y presidente de la Comisión de Instrucción Pública. Uno de los documentos enajenados recoge las reflexiones que destacados pensadores de la izquierda liberal remitieron a Alomar para tratar de los temas educativos. Otro ejemplar reseñable es un original firmado del llamado Pacto de San Sebastián.

El intelectual y activista mallorquín falleció exiliado tras la guerra civil, como embajador de la República Española en Egipto -antes lo fue en Italia entre 1932 y 1934- En 1977 el Ayuntamiento de Palma le homenajeó repatriando sus restos. La derecha ultrafranquista intentó boicotear este hecho.

El consejero de Cultura del Consell de Mallorca, Damià Pons, dijo: "Pretendimos adquirir en bloque este lote. Luego, al conocer la acción de la Biblioteca Nacional, nos retiramos. Es una pena la pérdida para el patrimonio documental de Mallorca, pero es un recurso de garantía que la Biblioteca Nacional conserve su unidad".

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