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Tribuna
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Insuperable

Independientemente del muy honorable fin del acto en cuestión, éste show televisivo -nunca debería haberse llamado concierto, ya que, excepto el pobre e injustamente abucheado Raimon, todo iba en el más ramplón de los play back- tuvo, por multiplicidad de razones estéticas, el mejor cartel que podría haberse soñado. Insuperable, de veras. Ese Julio, volando alto como un zepelin henchido de fama, o ese Raphael, expansivo y afectado como nunca. O esa Jurado, buque insignia de este presente musical inabarcable. O Perales, camisa blanca de su esperanza.Para compensar, la modernidad la ponían Amistades Peligrosas, Ketama, Nacho Cano, Greta y los Garbo y esos tradicionales y transmodernos Centellas. El techo, cómo no, Macarena de Los del Río. Y también destacar la resurrección de Jarcha y su Libertad sin ira -qué pensarán en Diario 16 de las apropiaciones indebidas- y la actuación del grupo del homenajeado Miguel Ángel Blanco, los Póker. Es de ley resaltar que, gracias a la tecnología de TVE, se consiguió rescatar la bateria original grabada en maquetas por el propio Miguel Angel Blanco, para que sus compañeros de grupo tocaran realmente con él. Fue, sin lugar a duda, lo más emocionante de la noche. El momento más indicado para soltar un sentico "va por ti Miguel".

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Y aligerando de nuevo el tema, todo lo demás fue tan, tan, tan, políticamente correcto, que apenas se echaba en falta a los grupos y artistas más vendedores del espectro musical español.

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