_
_
_
_
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Insuperable

Independientemente del muy honorable fin del acto en cuestión, éste show televisivo -nunca debería haberse llamado concierto, ya que, excepto el pobre e injustamente abucheado Raimon, todo iba en el más ramplón de los play back- tuvo, por multiplicidad de razones estéticas, el mejor cartel que podría haberse soñado. Insuperable, de veras. Ese Julio, volando alto como un zepelin henchido de fama, o ese Raphael, expansivo y afectado como nunca. O esa Jurado, buque insignia de este presente musical inabarcable. O Perales, camisa blanca de su esperanza.Para compensar, la modernidad la ponían Amistades Peligrosas, Ketama, Nacho Cano, Greta y los Garbo y esos tradicionales y transmodernos Centellas. El techo, cómo no, Macarena de Los del Río. Y también destacar la resurrección de Jarcha y su Libertad sin ira -qué pensarán en Diario 16 de las apropiaciones indebidas- y la actuación del grupo del homenajeado Miguel Ángel Blanco, los Póker. Es de ley resaltar que, gracias a la tecnología de TVE, se consiguió rescatar la bateria original grabada en maquetas por el propio Miguel Angel Blanco, para que sus compañeros de grupo tocaran realmente con él. Fue, sin lugar a duda, lo más emocionante de la noche. El momento más indicado para soltar un sentico "va por ti Miguel".

Más información
"Que nunca se pierda el espíritu de Ermua"
En La Moncloa también se bailó 'Macarena'
El público abucheó a Raimon por cantar en catalán, y a Sacristán, por comunista
Aforo completo

Y aligerando de nuevo el tema, todo lo demás fue tan, tan, tan, políticamente correcto, que apenas se echaba en falta a los grupos y artistas más vendedores del espectro musical español.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_