"Estos que quieren diálogo luego te mandan a uno para que te pegue un tiro"

"HB no va tener la alcaldía de Zizurkil ni ahora ni nunca", así de contundente se mostró el alcalde en funciones de ese municipio guipuzcoano, José Larrañaga (EA), tras el pleno en el que los ediles, de la coafición independentista se negaron a condenar los recientes sabotajes a las sedes de Eusko Alkartasuna y del Partido Nacionalista Vasco. La decisión del grupo municipal de HB no asombró a Larrañaga, porque, dijo, "estos que piden diálogo constantemente luego son capaces de mandar a uno para que te pegue un tiro".

Medio centenar de jóvenes encapuchados pretendieron el pasado sábado atemorizar a los vecinos de Zizurkil quemando los locales del PNV y EA, que se encuentran en los bajos de dos edificios habitados. Los gritos e insultos del vecindario no impidieron que los saboteadores no llevaran a cabo su tarea. "Es triste ver que están intentando quemar tu casa y no poder hacer nada. Iban con los rostros cubiertos y lo más seguro es que la mayoría de ellos no eran del pueblo, pero los que estaban junto a ellos, ordenándoles que lanzasen los cócteles mólotov, sí eran de aquí", señaló una de las jóvenes de este municipio.El pleno del Ayuntamiento de Zizurkil, con la ausencia de dos concejales, aprobó ayer con los votos de PNV, PSOE y EA y la oposición de los cuatro concejales de HB una declaración institucional en la que se responsabiliza a los ediles de Herri Batasuna de Villabona y Zizurkil de las últimas acciones violentas que se han producido en esas localidades, separadas tan sólo por un río.

El pleno rechazó las amenazas "propias de mafiosos" que "con la cobardía del anonimato han venido recibiendo concejales, familiares y otros ciudadanos" y agradeció a los vecinos su actitud "valiente y decidida", ya que, "aun poniendo en peligro su integridad física, trataron de impedir estos actos y colaboraron en la extinción de los incendios" en las sede de EA y PNV.

En los últimos meses, además de la quema de las sedes de los partidos nacionalistas democráticos, grupos de alborotadores han destruido una sucursal de la Kutxa, el juzgado de paz, la estación de Renfe y un autobús de la Organización Nacional de Ciegos de España (ONCE).

El ayuntamiento pide a los vecinos de ambas localidades que colaboren "por los cauces que consideren oportunos" para tratar de localizar a los responsables de esas acciones violentas. Todos los concejales que asistieron al pleno suscribieron la declaración institucional a excepción de Herri Batasuna.

Los tres ediles presentes de esta formación política -el cuarto estaba de viaje- tuvieron que soportar la mirada del alcalde cuando éste decía que las acciones de los "iluminados capaces de arrojar un cóctel mólotov directamente a personas poniendo en peligro sus vidas" no van a poder eludir la acción de la ley. "Lo mismo decimos a sus instructores, conocidos por todos, que los manipulan y utilizan sin. dar la cara mientras les son útiles, que les dejarán tirados cuando ya no lo sean", según el texto: acordado.

"No se atreven a condenar"

Los ediles de Herri Batasuna se negaron a suscribir la declaración y por contra leyeron un comunicado en el que aludían a la situación de los presos de ETA y a las torturas. "No se atreven a condenar el ataque a sus vecinos ni tan siquiera a decir que es injusta la acción que realizaron los encapuchados. Con éstos es imposible llegar a ningún tipo de diálogo", señaló Larrañaga.

Durante 8 años HB estuvo gobernando este pequeño municipio guipuzcoano. En las pasadas elecciones municipales perdió el gobierno en aplicación del acuerdo del tripartito vasco (PNV, PSE-PSOE y EA). "Aun en el caso de que ese acuerdo se llegase a romper", indicó Larrañaga, "HB no va estar en esta alcaldía ni ahora ni nunca. Nosotros llevamos muchos años en este pueblo luchando para conseguir que en este municipio las cosas sean normales".

Los jóvenes de las comparsas, que celebran sus fiestas patronales, han recogido medio millar de firmas de condena por los últimos atentados. Además, Zizurkil, municipio de 1700 vecinos, se manifestaba ayer mayoritariamente en repulsa de una acciones que alteran la convivencia pacífica. La corporación está formada por once concejales: 4 de HB, 3 del PNV, 2 de EA y 2 del PSE-PSOE. El próximo sábado será elegida alcaldesa María Ángeles Lazkano, del Partido Nacionalista Vasco, ya que Larrañaga ha presentado la dimisión por razones laborales.

El consejero del Interior, Juan María Atutxa, también se sumó ayer a las críticas contra los responsables de los últimos ataques a las sedes de partidos políticos y de las amenazas a concejales. "Ahora intentan amedrentar a aquellos ciudadanos que representan a la base de la sociedad, tanto vasca como estatal, y atacan y asedian a los concejales, que es la Administración más próxima al ciudadano", enfatizó.

Atutxa aseguró que tiene constancia de que algunos dirigentes de ETA "no están de acuerdo" con la violencia callejera "porque es como un boomerang que se volverá contra ellos".