El obispo Setién pide que cese la violencia y reclama el diálogo para obtener la paz

El obispo de San Sebastián, José María Setién, pidió ayer a los violentos que dejen de matar y atemorizar al pueblo en las calles, a la vez que reclamó el diálogo como camino para conseguir la paz. Setién pronunció esta palabras durante la homilía celebrada en la Basílica de Aránzazu, de Oñate (Guipúzcoa), con motivo de la patrona de Guipúzcoa.El prelado dijo que "parece que sabemos cuáles son los caminos de la paz" para, a continuación, preguntarse "qué impide que los recorramos". "Dejad ya de matar, dejad de atemorizar al pueblo con la violencia de las calles, respetad los derechos de todas las personas sin olvidar a cuantos están privados de libertad", agregó el obispo donostiarra.

José María Setién se mostró partidario del diálogo para conseguir la paz y en este sentido dijo que hay que "hablar y discutir lo que haya que hablar, y sobre todo escuchar la voz de nuestro pueblo y satisfacer sus legítimos deseos".

Ardanza no fue invitado

Tradicionalmente, los padres franciscanos, que regentan el santuario. de Aránzazu, invitaban oficialmente al lehendakari, José Antonio Ardanza, y a las autoridades guipuzcoanas a la misa que se celebra con motivo del día de la patrona de Guipúzcoa.

Ante la ausencia de invitación oficial, el lehendakari decidió no acudir a Aránzazu, mientras que el diputado general de Guipúzcoa asistió a título personal.

En los últimos años, la presencia de las autoridades era aprovechada por los diversos colectivos de la izquierda abertzale para protestar por la situación de los presos de ETA y el año pasado familiares de los presos llegaron a rodear e increpar al obispo José María Setién.