El II Programa Nacional de FP se aprobará antes de fin de año

El segundo Programa Nacional de Formación Profesional (FP) se encuentra en fase de aprobación por parte del Consejo General de la FP (organismo que remite la propuesta al Consejo de Ministros) y está previsto que esté vigente antes de final de año. El programa debería haber sido renovado en 1996 para una vigencia hasta 2001, pero este retraso no es considerado un obstáculo para el equipo ministerial. "La clave será lograr la integración de la FP reglada y la ocupacional del Inem", dice Eugenio Nasarre, secretario general de Educación.El borrador del programa, elaborado por la comisión interministerial Educación-Trabajo y Asuntos Sociales omitía aspectos esenciales, como la propuesta de creación de un instituto nacional centralizado de cualificaciones que vele por la objetividad de las mismas en todas las autonomías, o la renovación de la lista de títulos, obligada cada cinco años. Hasta el momento, han existido desde la reforma 22 familias profesionales con 135 titulaciones. Nasarre prevé que antes de fin de año quedará elaborado un sistema nacional de cualificaciones y será creado el correspondiente instituto.

Además de tener que fijar una nueva financiación, los programas nacionales tienen como misión alcanzar un sistema de acreditación profesional que unifique títulos de formación reglada y certificados de trabajo del Inem para adaptar con transparencia los diplomas a los perfiles del empleo.

Este curso se implantarán 350 nuevos ciclos de grado medio y superior y el ministerio promete un esfuerzo en la dotación para la adaptación de los centros de FP a los nuevos ciclos y en la creación de IES (Instituto de Educación Secundaria). Cuenta con la dotación del Fondo Social Europeo que asciende a 40.000 millones de pesetas, además del fondo adicional procedente del presupuesto de Educación.

Oferta atractiva

"Tanto el sistema educativo como el productivo", afirma Nasarre, "se juegan muchísimo, y tenemos que acertar en elaborar una oferta atractiva de la FP vinculada al mundo del trabajo". Para ello, prevén potenciar la implicación del mundo empresarial "y la solución pasa por acuerdos entre los sectores empresariales y los centros educativos basados en la máxima flexibilidad. Las empresas siguen reticentes: Se sienten incapaces de cumplir con el diseño de la reforma, que obliga no sólo a la participación de un tutor asignado por la empresa, sino a que el alumno pase por todas las ramas de su especialidad.

Y sin prácticas, no hay reforma: La FP obliga a 300 horas en el grado medio (16 a 18 años) y a 400 en el superior (18 a 20 años). Este curso habrá más de 100.000 alumnos en la FP reformada en paralelo con 600.000 del plan antiguo.