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ADIÓS A DIANA (1961-1997)

Ningún fotógrafo pidió ayuda por teléfono desde el lugar del accidente,

Los paparazzi parisienses que persiguieron el coche de la princesa Diana y llegaron al subterráneo del puente de Alma inmediatamente después de producirse el accidente no telefonearon a- los equipos de socorro ni a la policía, según han constatado los investigadores del caso. Las llamadas que efectuaron desde sus teléfonos móviles durante los 10 minutos transcurridos entre el choque del Mercedes y la llegada de la primera ayuda fueron hechas exclusivamente a sus agencias fotográficas y a algunos de sus compañeros.

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Este dato, que contradice las declaraciones de al menos uno de los paparazzi procesados, puede pesar en la actitud de la Fiscalía y de los jueces instructores. Algunas de los fotógrafos han reconocido que sus motivaciones profesionales prevalecieron sobre la obligación humanitaria de prestar auxilio a las víctimas establecida por la ley.Fuentes de la investigación han indicado, por su parte, que aunque la acusación de "homicidio involuntario" y "denegación de auxilio" alcanza por el momento a los 10 fotógrafos procesados hasta el momento, es probable que únicamente sean llamados a juicio aquellos que llegaron al puente de Alma inmediatamente después de producirse la tragedia. Otra cosa es que prospere la acusación de "atentado a la vida privada" que preparan los abogados de la familia de Dodi Fayed.

Las series de fotografías tomadas por los paparazzi e incautadas por la policía permiten reconstruir con bastante aproximación los minutos posteriores al choque y, en esa medida, pueden convertirse en la principal prueba de acusación contra sus propios autores. Los agentes de la Brigada Criminal de París, un cuerpo especializado en la investigación de asuntos complejos y delicados, siguen tratando de localizar a varios fotógrafos más que abandonaron el lugar del accidente sin ser detenidos.

Tras las declaraciones de una treintena de testigos directos y a expensas del resultado definitivo de la investigación judicial, los expertos policiales han descartado prácticamente todas aquellas hipótesis que van más allá de un accidente de tráfico producido como resultado de la velocidad excesiva y el alto grado de alcoholemia del conductor.

Todas las demás conjeturas han sido abandonadas, incluida la que atribuía una intención deliberadamente obstaculizadora al vehículo que precedía al Mercedes negro de la princesa Diana en el puente de Alma.

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Frenazo brusco

Parece establecido -los 12 metros de marcas de frenado dejadas en el asfalto así lo atestiguan-, que cuando penetró en el subterráneo lanzado a toda velocidad, el coche de Diana se vio obligado a frenar y a modificar bruscamente su trayectoria para no arrollar a un vehículo que circulaba a una velocidad notablemente inferior.

Los resultados de los nuevos análisis toxicológicos practicados al cadáver del conductor del Mercedes, Henri Paul, análisis reclamados tanto por su viuda como por la familia Fayed, no han sido todavía facilitados. Estos análisis fueron solicitados después de la difusión, el viernes, de unas imágenes de vídeo que mostraban la salida del hotel Ritz de Diana, Dodi Fayed y Henri Paul, en las que éste último mostraba una actitud aparentemente normal. Tampoco el estado del guardaespaldas Trevor Rees-Jones, único superviviente del choque, le permite prestar declaración.

Las conclusiones de la investigación de la brigada criminal sobre las circunstancias del accidente tampoco han sido difundidas. Miembros de Scotland Yard se encuentran en París para participar como "observadores" en la investigación, que dirige el magistrado Hervé Stephan, al que el pasado viernes se añadió otro juez.

La familia Fayed y la del conductor se han constituido en parte civil. Mohamed Fayed, el padre de la víctima y multimillonario egipcio propietario de los almacenes Harrods de Londres y del hotel Ritz de París, ha declarado sentirse "mortificado" por las acusaciones contra Paul.

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