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20.000 personas repudian en silencio en Basauri el asesinato por ETA del policía David Villar

Más de 20.000 personas expresaron ayer en Basauri (Vizcaya) su silenciosa protesta por el asesinato del agente del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) David Villar, asesinado el viernes por la banda terrorista ETA cuando un artefacto explotó bajo el asiento de su coche a escasos metros de la casa donde vivía. El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, encabezó la comitiva que por espacio de más de una hora recorrió las estrechas calles de la localidad vizcaína, de algo menos de 50.000 habitantes. A Basauri se sumaron miles de vascos y navarros en 160 concentraciones en decenas de localidades.

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Junto al ministro del Interior iban en la manifestación el secretario de Estado para la Seguridad, Ricardo Martí Fluxà; el titular de Interior del Gobierno vasco, Juan María Atutxa; el delegado del Gobierno en la comunidad, Enrique Villar; los líderes y altos cargos de los partidos vascos y los integrantes del Consistorio de Basauri, encabezados por el alcalde de la localidad, el peneuvista Roberto Etxandio.La muerte de Daniel Villar volvió a unir a los políticos de los distintos partidos y a los habitantes del País Vasco, al igual que sucedió el pasado mes de julio cuando la banda terrorista asesinó de un tiro en la nunca al concejal de Ermua Miguel Ángel Blanco.

La vergüenza y la rabia se mezclaban en la manifestación de ayer tarde. La pena de los políticos por haber dilapidado en pequeñas disputas partidistas parte del capital que la población les otorgó con la valiente e histórica respuesta al secuestro y muerte del concejal de Ermua y la ira por el sinsentido de otra muerte.

Al mediodía, el pleno del Ayuntamiento de Basauri había condenado el crimen. Al pleno no acudieron los tres concejales de Herri Batasuna (HB), el brazo político de la banda terrorista. El alcalde aprovechó su previsible ausencia para llamarles "cobardes" y pidió serenidad a sus convecinos. Etxandio no quería que se repitieran los ataques contra la Herriko Taberna que tuvieron lugar tras la muerte de Blanco.

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El presidente del Partido Popular en el País Vasco, Carlos Iturgaiz, entendió el mensaje que le enviaba la población y aseguró que había que demostrarle a ETA que "nosotros no consideramos que haya muertos de primera y segunda categoría". Nunca en la historia del País Vasco la muerte de un policía había propiciado una respuesta popular de tal magnitud. Algunas fuentes cifraban ayer entre 25.000 y, 30.000 el número de asistentes a la manifestación de Basauri en repulsa por la muerte de Daniel Villar.A pesar de que el número de manifestantes fue menor, incluso en el propio Basauri, al de las protestas por el asesinato de Blanco, miles de vascos salieron a la calle para entonar el persistente "¡Basta ya!". El propio Mayor Oreja, que fue objeto de palabras de apoyo y los aplausos desde que acabó la concentración hasta que abandonó la localidad rodeado de un fuerte dispositivo de seguridad, aseguró que la gente de Basauri dio "una respuesta singular" a algo dramáticamente frecuente como es un atentado.En la mente de todos los presentes estaba que la impresionante respuesta a la muerte de Blando había sentado un poso en la sociedad vasca que ya no se cohíbe a la hora de condenar los asesinatos y pedir la paz con la boca llena de la deseada palabra. "Si hace tres meses me dicen que se iba a movilizar toda esta gente por la muerte de un policía, me hubiese reído", asegura con amargura un vecino del pueblo. "Algo ha cambiado en este país desde que mataron a ese pobre chaval", concluye.

Todo el País Vasco

Precisamente en Ermua se celebró ayer un pleno extraordinario en el Ayuntamiento para condenar el asesinato. Por la tarde, al igual que en todo el País Vasco, la gente se concentró en las plazas para protestar por el asesinato. De Bilbao a Vitoria y de San Sebastián a Las Encartaciones, miles de vascos salieron a la calle a protestar en silencio. De nuevo, el número fue menor que en las manifestaciones por el asesinato del concejal de Ermua, pero mucho mayor que en las actos previos relacionados con otros secuestros o asesinatos de la banda terrorista. Gesto por la Paz convocó 160 concentraciones en otras tantas poblaciones del País Vasco y de Navarra

El alcalde del pueblo de Miguel Ángel Blanco, Carlos Totorica, aseguraba ayer que "el espíritu de Ermua sigue vivo, porque somos los vascos los depositarios de él". En Bilbao, San Sebastián o Vitoria, miles de personas acudieron a las plazas, pequeñas o grandes, para protestar. En las otras localidades vascas también la repulsa pacífica al asesinato de Daniel Villar marcó la jornada.

Otra característica de las protestas de ayer fue la ausencia de los amagos de violencia contra la gente de HB o su entorno. No hubo cólera contra las sedes del brazo político de ETA. La población vasca no se calló y utilizó las armas que la democracia le otorga para mostrar su repulsa a la violencia.

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