Aznar critica a CiU por "hablar mucho" y le pide que no introduzca dudas sobre la estabilidad
El presidente del Gobierno, José María Aznar, ofreció ayer una visión "optimista" sobre el presente y futuro de España, en la presentación del nuevo curso político, y repartió críticas a la oposición socialista, por cuestionar la gestión del Ejecutivo del PP, e incluso a sus socios nacionalistas, por matizarla. Aznar eludió entrar en la cuestión conflictiva de la Justicia; se escudó en que lo hará en la en trevista que celebrará en los "próximos días" con el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, con quien también hablará de terrorismo, financiación de los partidos y el pacto local. A Almunia, molesto por la actitud del PP en el juicio de Fílesa, le pide que no ponga condiciones previas. El presidente utilizó su intervención para garantizar a los pensionistas el mantenimiento de su poder adquisitivo. Pero en una hora no anunció ninguna medida nueva.
Aznar trató ayer de ofrecer ante los medios informativos la imagen de un gobernante experto, dispuesto a dar lecciones a todos los partidos por cuestionar, en mayor o menor grado, los resultados de su gestión económica y política. No se libró ni su socio de CiU. Al partido de Jordi Pujol le achacó "hablar mucho, con voces distintas que no dicen lo mismo", e incluso le instó a que "no caiga en la tentación de introducir dudas sobre la estabilidad, porque no es bueno ni para el país ni para él". Era su respuesta a la queja de Pujol de que el Gobierno ha minado la confianza de CiU por sus diferencias sobre la financiación de la sanidad. Aznar le terminó pidiendo que abandone sus quejas y se alinee abiertamente con el Gobierno. No obstante, matizó que las relaciones con CiU son "buenas y fluidas".Al otro socio, el PNV, también le llovió un reproche. Aznar se comprometió a "combatir" la opinión del consejero de Interior del Gobierno vasco, el nacionalista Juan María Atutxa, sobre la "muerte del espíritu de Ermua", al mes y medio del asesinato de Miguel Angel Blanco. El consejero nacionalista lo atribuyó a las diferencias entre los partidos sobre la estrategia contra el terrorismo.
También calificó de "irresponsable", en clara alusión al coordinador de Izquierda Unida (IU), Julio Anguita, por su actitud hacia la entrada de España en el euro. Pero las principales críticas las dirigió contra el PSOE.
Aznar atacó directamente al flanco por donde ha anunciado el PSOE que realizará la oposición al Gobierno en las próximas semanas: pensiones y educación. Tras garantizar a los pensionistas el mantenimiento del poder adquisitivo y la estabilidad financiera del sistema, acusó al PSOE de "columpiarse gravemente" y "abrir un debate vacío" al introducir dudas sobre ello. "Hacer planteamientos que pongan en cuestión la estabilidad financiera me parece una frivolidad y una muy grave irresponsabilidad".
También le atribuyó "haber modificado tres veces sus posiciones en mes y medio" sobre esta cuestión. En materia educativa, acusó a los socialistas de abrir un "debate viejo, absurdo y ridículo" sobre lo público y lo privado en la enseñanza cuando "el problema está en aumentar la calidad de la enseñanza".
Pese a las críticas dirigidas al PSOE, Aznar anunció su intención de entrevistarse en los "próximos días" con su secretario general, Joaquín Almunia, y añadió que pretende "altas cotas" de acuerdo. Precisó que la oferta de diálogo se centrará en la Justicia, la financiación de partidos, el pacto local y el terrorismo.
No adelantó sus posiciones, salvo aclarar que la Justicia se rige desde el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y que el papel del Gobierno es proponer reformas jurídicas. Precisamente, el próximo viernes recibirá al, fiscal general del Estado, Jesús Cardenal. Del terrorismo, insistió en la "política de firmeza" que mantiene el Gobierno y en la continuidad del clima de unidad entre los partidos que permita, en un primer paso, alcanzar un acuerdo sobre las medidas legales contra la violencia callejera.
Aznar se mostró disgustado por el reproche que los socialistas le han dirigido por la actitud de su partido en el juicio de Filesa, donde los populares mantienen, entre críticas a los jueces, la acusación particular. "Así no se comienza un diálogo". No obstante, reiteró su voluntad de reunirse con Almunia.
El presidente del Gobierno, al hilo de su compromiso, reiterado ayer, con un presupuesto austero, dirigió una crítica a partidos y comunidades autónomas que, con sus "demandas demagógicas e irresponsables" presionan sobre el déficit público, lo que elevaría los, tipos de interés. El Presupuesto, advirtió, no es de goma.
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