Un hospital bilbaíno toma muestras de sangre de los bebés sin permiso paterno
Expertos en bioética critican la medida
Con la intención de mejorar la fiabilidad en los métodos de identificación de recién nacidos y poder subsanar eventuales confusiones, el hospital de Cruces lleva tres meses realizando un programa piloto en condiciones dudosas.Desde mayo en este hospital de Bilbao, donde nacen 5.000 niños al año, se extraen sistemáticamente muestras de sangre del cordón umbilical de los bebés, que se guardan dentro de una plástico adherido a la hoja que contiene la historia clínica del recién nacido y se archivan con ellas.
El director médico del centro, Pablo López Arbeloa, reconoció a EL PAIS que tanto la extracción como el almacenamiento de las muestras se hacen sin informar previamente ni pedir el consentimiento de los interesados, en este caso los padres de los bebés. "Es algo tan irrelevante como tomar una huella plantar y eso tampoco se pregunta ni se infórma", dijo. López Arbeloa se escudó en la irrelevancia de la toma -"es sólo una gota de sangre", dijo- y en que ésta se realiza sin pinchar al niño, puesto que se obtiene del cordón umbilical.
Distintos expertos consultados discrepan de esta afirmación y sostienen que, tanto desde el punto de vista ético como legal, el hospital está contraviniendo la normativa. "La.información que contiene una huella es limitada y la que puede revelar el análisis de una gota de sangre es incalculable", señala Miguel López Valverde, del hospital. de Basurto. Por su parte, la doctora María Pilar Núñez, subdirectora del Instituto Borja de Bioética de Barcelona, ginecóloga y master en bioética, sostiene que la relación médico-paciente es contractual y debe basarse en la transparencia. "Toda toma, incluída la de sangre del cordón umbilical, necesita el consentimiento informado y sólo podrá ser usada para aquello para lo que se ha dado el consentimiento", asegura.
Práctica incorrecta
"En este caso concreto se dan dos factores: una toma de sangre, con la información que comporta, superior a la de la huella plantar, y el almacenaje de esta información, que exige una protección de los datos para garantizar la confidencialidad. Sin esos dos requisitos no se puede considerar está práctica como correctadesde el punto de vista de la ética". De igual opinión es el catedrático de derecho penal de la Univerdad del País Vasco y director de la cátedra interuniversitaria de Derecho y Genoma Humano de las universidades de Deusto y País Vasco, Carlos María Romeo Casabona, aunque no considera los problemas relativos al almacenamiento.
La ética y la ley coinciden en este caso. Según el parecer de la jurista Nuria Terribas, del mismo centro catalán, el hospital de Cruces estaría transgrediendo el Convenio Europeo de Bioética, firmado en Oviedo en abril y al que España se adhirió. Su capítulo VII, en el artículo 22, obliga a la correspondiente petición de consentimiento informado para la obtención de cualquier mate ria del cuerpo humano y a especificar el uso que se le dará, junto con la garantía de que no se utilizará para ningún otro.
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