_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Espantada de Waigel

EL CANCILLER alemán, Helmut Kohl, concluye hoy sus vacaciones en el lago Wolfgang, en Austria. Cuando llegue a su despacho en la cancillería en Bonn no estará previsiblemente de muy buen humor. La situación ya era mala cuando se fue. Su popularidad está por los suelos. Los sondeos otorgan a los socialdemócratas del SPD una ventaja que se amplía constantemente. La economía alemana no consigue reactivarse y los datos del crecimiento del paro son alarmantes. Alemania no cumple los criterios establecidos para la entrada en la unión monetaria, la máxima ambición política que le queda al canciller.Como si todo esto fuera poco, y días antes del comienzo del nuevo curso político, el ministro de Finanzas, Theo Waigel, se descuelga anunciando que tira la toalla, que no tiene intención de permanecer en el cargo más allá de las elecciones del otoño de 1998 y que Kohl debería reestructurar su Gobierno antes de la citada fecha. Todo esto semanas después de fracasar la gran reforma fiscal que Kohl y Waigel habían querido imponer y que el canciller quería lanzar, muy reducida, en los próximos meses.

Las declaraciones de Waigel han provocado un terremoto político en Bonn y hundido aún más al canciller, a su partido y a la coalición en el favor popular. Parece ya claro que Kohl va a tener que ponerse a pensar de inmediato en un nuevo Gobierno., Y las dificultades no van a ser pocas. Las reacciones habidas dentro y fuera de la coalición parecen ya dejar claro que un ministro de Finanzas que dice con un año de antelación que quiere dejar el cargo es un ministro de Finanzas que debe irse de inmediato. Esto podría ser antes de las elecciones del Estado de Hamburgo, el 21 de septiembre. De los resultados de estos comicios, los únicos que se celebran este año, Kohl podrá deducir la situación real de su partido. Los augurios no son buenos.-

Un portavoz del Gobierno negó ayer que Kohl vaya a modificar el Gabinete de inmediato. Pero la situación creada por el anuncio de Waigel no puede prolongarse demasiado. Con los retos que el Gobierno alemán tiene por delante, Kohl no puede permitirse un ministro de Finanzas en régimen interino. Con un déficit público fuera de control, un desempleo en cotas desconocidas desde la posguerra y una fuerte resistencia a la Unión Monetaria en la población y sectores de su propio partido, el canciller tiene que buscar una solución rápida y convincente. Una fórmula que le permita afrontar unas elecciones, anticipadas o no, con un mínimo de posibilidades de renovar el mandato. Pero negociar ahora una reestructuración amplia del Gobierno puede ser muy problemático, con las relaciones muy deterioradas entre los miembros de la coalición.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Kohl ha demostrado sobradamente que su máxima especialidad política está en superar situaciones desesperadas. No puede descartarse que vuelva a demostrarlo, aunque nunca ha estado en posición tan precaria como ahora.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_