El terrorismo y las libertades

Con el problema del terrorismo en Euskadi como telón de fondo, el Ejecutivo central propone una legislación especial que, entre otras cosas, se incluyen penas de uno a dos años para los integrantes de contramanisfestaciones y de manifestaciones no autorizadas.Frente a estas futuras leyes, un servidor se pregunta lo siguiente: ¿este nuevo paquete legislativo se aplicará también fuera del País Vasco y Navarra? ¿Se podrán hacer efectivas estas leyes para reprimir los problemas sociolaborales? ¿Qué pasará si en una protesta vecinal totalmente apolítica se intentan utilizar estas leyes antiterroristas para desacreditar las justas reivindicaciones de los diversos colectivos afectados?

Estas son algunas interrogantes que tendrían que ser contestadas por nuestros gobernantes, aunque, a mi entender, la lucha contra la violencia no puede convertirse jamás en una excusa, en una coartada, para reprimir las libertades fundamentales y para sacar tajada electoral.

En definitiva, es preciso luchar contra el terrorismo ciego y asesino, pero esto no debe implicar, de ningún modo, que se pongan en tela de juicio las libertades públicas ni que se practique un jacobinismo demagógico e indecente.