Juan Ramírez baila a Falla y Camarón de la Isla

Juan Navas Salguero, conocido en el mundo del flamenco como Juan Ramírez o sólo como Ramírez, se considera "parte de una cultura a punto de desaparecer". Se refiere a "ese baile rancio, antiguo, genuino, flamenco de verdad, que no se aprende en las academias,y que viene de Carmen Amaya o de Farruco". Tal vez por eso, el bailaor ha subtitulado con el lema jondo y puro su nuevo espectáculo, que presenta esta noche en Madrid (Cuartel del Conde Duque) bajo el título Antología del baile flamenco y que incluye 10 números distintos y un doble homenaje gaditano: a Manuel de Falla, de cuya Danza del fuego Ramírez ha hecho una adaptación por tangos; y a Camarón de La Isla, de quien bailará una nana.Nacido en Mérida en 1959, cantaor en sus inicios profesionales (a los 8 años de edad), Ramírez está considerado hoy uno de los bailaores más flamencos de un panorama en el que, según afirma, hay "mucha afición y alguna gente joven de gran nivel, aunque faltan genios, personalidades que pongan el alma y el corazón en lo que hacen y se distingan de los demás por su creatividad".

Su estilo, muy personal, rechaza deliberadamente las influencias del baile clásico español o de la danza contemporánea. A los que le reclaman ese juego de brazos que según él es más propio de los bailarines flamencos "bailaores sólo quedamos cuatro o cinco"-, y a aquellos que le definen, de manera poco admirativa, como un bailaor de pies, les dice: "A mí siempre me han querido matar por ahí, que si meto los codos, que si pongo el brazo arriba como una algarroba, que si sólo bailo con los pies. Pues sí, esa es mi tradición, mi escuela, los codos dentro como hacía Carmen Amaya. Porque los zapatos de Gallardo, que son los mejores del mundo para bailar flamenco, llevan puntillas y tacones para que suenen los pies. Y ése es mi lenguaje. Mi manera de comunicarme con el público. Y mi música. La percusión de mis pies".

Con ella ha colaborado en numerosos discos y espectáculos de primeras figuras, como Siroco, de Paco de Lucía; la Misa flamenca y el Omega de Enrique Morente, o el último Camarón, Potro de rabia y miel. En esta nueva etapa, a la que el bailaor llega "reventáo de ensayar", le arropa una compañía joven, compuesta, entre otros, por las bailaoras Belén Fernández, Cristina Martos, Amaya Vega y Eva Carmona y los cantaores Toni Maya y Pepe Jiménez.

Junto a la Danza del fuego y la Nana camaronera, que abren las dos partes de un montaje en el que toda la música es en directo, Ramírez promete bulerías, alegrías, tarantas, soleá... "A ver si así la gente empieza a distinguir lo puro del café con leche".