Eva

Sus pies desnuditos y menudos dejaron huellas en la arena cuando se aproximaba al agua cálida de ese mar. Era Eva. El agua se retiró, se solidificó la tierra: se hizo cemento, y ahora las huellas están en las acreditadas salas de la National Geographic Society, en esa sala que conocemos por las películas que remedaron descubrimientos y polémicas de la gran era. Se trata de una polémica que yo, que no tengo cultura antropológica, tengo derecho a no creerme (hasta nuevo hallazgo) que esta mujer africana de hace 177.000 años sea la madre de todos, tras multiplicados incestos valiosísimos.De dónde nació ella, de dónde el macho: no hay explicación a no ser la del Edén. Como mi ignorancia puede elegir, prefiero las teorías del evolucionismo. Mi ignorancia -supina-tiene derecho a creer que si sólo se han encontrado dos huellas de una persona es porque otras han desaparecido. Me convendría creer que todos venimos de una madre única porque eso justificaría el antiracismo: un solo DNA para todos. Pero no me lo creo, y sigo siendo antiracista pero individualista: jamás ha habido en la historia de la humanidad dos personas iguales.Somos todos enteramente distintos, y la existencia de las combinaciones irrepetibles en las huellas dactilares parece que sirven para algo más que para fines policíacos y de otras intromisiones de Estado. Lo que está usted leyendo ahora no es lo mismo que lo que está leyendo otro. Esta condición que cumple todas las condiciones de la paradoja sana y constructiva, de la que somos todos iguales pero somos todos distintos, la han desarrollado ya algunos maestros de pensar. Stirner mismo. Fueron perseguidos. Ya estaba fraguando el sistema de las grandes colectividades para tratar a "las masas": la democracia no es el peor de todos.

Estas condiciones de la paradoja, de la realidad única de lo incompatible entre sí, es uno de los grandes descubrimientos de nuestro tiempo, que ha expulsado dogmas y verdades que nos atenazaban (no todos: sigue habiendo muchos tabúes) no son incompatibles con la teoría de la Eva única y el Adán que no dejó huellas. Sólo que es una entre otros millones de teorías, posibilidades, suposiciones, investigaciones. Ésa es la ventaja de nuestro tiempo. Se puede llamar, extendiendo una idea que comenzó en el siglo pasado, libre pensamiento.