EE UU estrecha el cerco sobre Karadzic, pero niega los preparativos secretos para su captura
La presión sobre el antiguo líder serbobosnio Radovan Karadzic, acusado de crímenes de guerra y genocidio por el Tribunal Penal Internacional de La Haya, aumenta cada día. EE UU juega simultáneamente con dos bazas aparentemente contradictorias. Filtra y luego desmiente una información sobre la existencia de unos comandos que se entrenan en secreto en Europa con el fín de apresar por la fuerza a Karadzic, y le ofrece, a través de la presidenta serbobosnia, Biljana Plavsic, una generosa salida al exilio como única posibilidad de esquivar la acción de la justicia.
Los supuestos comandos pertenecen a tres países: Estados Unidos, Francia y el Reino Unido. Según la cadena ABC, éstos se entrenan en una lugar secreto de Europa para llevar a cabo una acción de captura de los dos criminales de guerra más buscados por La Haya: Karadzic y su jefe militar Ratko MIadic. La ABC ofrece demasiados datos para no pensar que se trata de una filtración interesada. La misión se halla separada del mando natural de la Fuerza de Estabilización (Sfor) de la OTAN y cuenta con una activa participación de la CIA y del sistema de vigilancia por satélite, informa Juan Cavestany desde Nueva York.El Pentágono desmintió ayer la información en un escueto comunicado oficial, pero sólo en lo referente a la participación de sus soldados. No obstante, son muchos los observadores que piensan que ese desmentido es irrelevante, pues se trata de una noticia que, aun en el caso de ser cierta, nunca se debe confirmar. Lo lógico, dicen, es que esa operación ya esté en marcha, pues los preparativos militares no se pueden improvisar; deben estar ultimados todos los detalles en espera de la orden final. Ésta será, en todo caso, política.
El 10 de julio, comandos británicos llevaron a cabo una operación en Priejedor para la captura de dos criminales de guerra serbios. Uno de ellos resultó muerto. Esta acción tuvo una doble lección: la captura de Karadzic no es una fantasía y que ésta sería harto Complicada para la OTAN.
Sfor, que nada quiso comentar ayer sobre la infomación de la cadena ABC, se prepara mientras para dar un paso importante: retirar las armas a los llamados grupos especiales, una especie de miniejércitos paralelos que ponen en peligro la aplicación de los acuerdos de paz de Dayton. Se da la circunstancia de que estos, miniejércitos se dedican sobre todo a dar una protección casi mafiosa a los criminales de guerra. Debilitarlos sería un primer paso lógico de toda operación de captura posterior.EE UU, pese a sus proclamas públicas en favor de la detención de Karadzic y de su posterior juicio en La Haya, parece sostener paralelamente una línea más pragmática destinada a retirarle de la política.
Según la presidenta de la República Srpska (RS) -entidad serbia de Bosnia-Herzegovina-, Biljana Plavsic, Karadzic rechazó hace unas semanas una oferta. de la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, para exiliarse en un tercer país a cambio de no ser conducido ante el tribunal internacional. La iniciativa estadounidense fue presentada en secreto durante la entrevista. entre Plavsic y Albright ert Banja Luka, el 2 de junio.
Según Plavsic, cuya presidencia se ha visto acosada por el propio Karadzic y sus acólitos, que la consideran una traidora que coopera con las tropas de la OTAN estacionadas; en Bosnia, fue ella misma quien se trasladó hasta el cuartel general de Karadzic en Pale (a 16 kilómetros de Sarajevo) para informar a su antiguo jefe del contenido de la propuesta de EE UU. Pero Karadzic la despidió con cajas destempladas. "Estoy realmente apenada de que él perdiese esta oportunidad. Creo que este tipo de oferta era realmente razonable", informa el Financial Times.
La Embajada norteamericana en Sarajevo aseguró no estar al corriente de la existencia de una oferta de este tipo, y la propia Albright dijo ayer que "la política de Estados Unidos es la de asegurar que Karadzic sea juzgado por el Tribunal de la Haya". "El día del señor Karadzic llegará", añadió la secretaría de Estado.
No obstante, no es la primera vez que circula una solución de este tipo. Hace dos meses, corrió el rumor de que Karadzic había dejado Bosnia en dirección a un tercer país. Se especuló con Grecia o Ucrania. Debió ser un rumor intencionado fruto de la entrevista entre Plavsic y Albright que no causó el efecto deseado. Karadzic sigue desafiante, esperando su suerte. Como siempre.
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