El ex dictador Bánzer, nuevo presidente de Bolivia con apoyo de la izquierda

Justificar lo que parecía injustificable. Tal vez por ello los parlamentarios bolivianos se demoraron 14 horas en razonar y explicar el porqué de su voto democrático para consagrar como nuevo presidente de Bolivia al ex dictador Hugo Bánzer. La madrugada del martes, el saliente presidente del Congreso boliviano, Víctor Hugo Cárdenas, proclamó presidente de la República al ex general Hugo Bánzer tras una maratoniana sesión con 115 votos de un total de 154.

Cada uno de los 27 senadores y 127 diputados empleó entre uno y 15 minutos en su debú parlamentario para justificar el voto a Bánzer, de 71 años, quien presidió un régimen de facto durante siete años, el más largo periodo de Gobierno en la historia boliviana, entre 1971 y 1978.Y en ese afán hubo de todo. "Bánzer se lo merece", afirmó el senador de Acción Democrática Nacionalista (ADN) Walter Soriano, cuando demandó de los asistentes el voto para el jefe de su partido. Recordó que un año después de la caída por otro golpe militar, Bánzer fundó un partido político con el que desde 1982 apoyó a todos los gobiernos constitucionales.

En 1985, Bánzer, que obtuvo la primera mayoría en las elecciones, aceptó la designación de Víctor Paz Estenssoro (1985-89) como presidente de Bolivia y suscribió con él el pacto por la democracia, con la esperanza de que el MNR le apoyara en los siguientes comicios. En 1989 Bánzer resultó segundo tras el candidato gubernamental Gonzalo Sánchez de Losada, a quien le negó sus votos en el Parlamento y con ellos hizo presidente a Jaime Paz Zamora, del Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR), tercero en los comicios. Ambos firmaron el acuerdo patriótico, con el que cogobernaron hasta 1993.

El ex comandante de las guerrillas campesinas y ahora senador del MIR Oscar Zamora, que fue perseguido durante el régimen de Bánzer, destacó como histórica la sesión del Congreso. "Vamos a consagrar presidente constitucional a un hombre que se inició en la vida política en otras circunstancias y lo vamos a elegir por primera vez con la más amplia mayoría parlamentaria", dijo. Lejanos parecen los tiempos en que el entonces coronel Bánzer pedía a los campesinos bolivianos llevarle vivos o muertos a los "rojos" que, según él, querían intranquilizar al país.

El dirigente sindical Daniel Santalla, con la mano en el pecho y retorciéndose de pena, aseguró que "con todo el dolor de mi alma, con toda mi amargura, tengo que dar mi voto a Bánzer por disciplina partidaria". Diputado por Conciencia de Patria (Condepa), Santalla agregó que no se le han borrado las cicatrices del cuerpo a causa de los castigos sufridos bajo el régimen de Bánzer.

La precaria izquierda radical boliviana representada por cinco diputados del Movimiento Bolivia Libre y cuatro de la Izquierda Unida decidió abstenerse y asumir un papel fiscalizador desde la oposición junto al MNR.

La transmisión de mando está programada para hoy miércoles, aniversario de la República, y a ella están invitados el príncipe Felipe de Borbón, que se encuentra ya en La Paz, y los presidentes de Argentina, Colombia, Uruguay, Paraguay, Perú y Ecuador, que aprovecharán para reunirse y tratar asuntos bilaterales. El presidente Bánzer dará forma al nuevo Consejo de Ministros poco después de jurar el cargo. En el Gabinete participarán sus aliados del MIR, Condepa y Unidad Cívica Solidaridad.

La estabilidad de la coalición demandará grandes esfuerzos y dosis de paciencia de Bánzer, especialmente en la relación con el conflictivo partido Condepa, que adelantó su disposición a romper su compromiso en cuanto el nuevo Gobierno incumpla acuerdos. El nuevo Ejecutivo boliviano recibe en herencia un país relativamente estable en su economía, pero tan pobre como siempre y con profundos cambios estructurales en el Estado.