Pérez de Cuéllar fue espiado por Fujimori en en la campaña electoral de 1995 en Perú

"Nadie en Perú puede decir que tiene una vida privada respetada. Me siento como una persona a quien los ladrones han invadido su casa, pero en vez de los muebles robaron la privacidad de su familia", dijo ayer en Lima Javier Pérez de Cuéllar, ex secretario general de Naciones Unidas y líder del Partido Unión por el Perú (UPP), la nueva víctima del escándalo de las escuchas telefónicas llevadas a cabo por el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN). El controvertido Canal 2 de televisión reveló el domingo por la noche este nuevo escándalo de escuchas telefónicas.

La emisora aportó las pruebas de más de mil conversaciones de la familia Pérez de Cuéllar espiadas durante la campaña de los comicios de 1995, en los que el candidato de UPP fue derrotado por el presidente, Alberto Fujimori.El programa Contrapunto, el mismo que el mes pasado denunció por primera vez el "chuponeo" (escuchas telefónicas) a numerosos políticos y periodistas por parte del SIN, emitió un amplio reportaje sobre un denominado Proyecto 87 que consistía en un minucioso espionaje telefónico de Pérez de Cuéllar entre el 15 de octubre de 1994 y el 15 de agosto de 1995, cuando era candidato a la presidencia de la República. El objetivo era conocer su estrategia electoral y poder contarrestar su efectividad.

El reportaje informó que un bien organizado grupo de escucha apoyado con un sofisticado equipo interceptó y transcribió cerca de mil llamadas que se hicieron por el teléfono de Pérez de Cuéllar. El espionaje no sólo se limitó a grabar las conversaciones de coordinación del líder de UPP con los miembros de su agrupación política, ante las elecciones de 1995, sino también las llamadas personales de los miembros de su familia. El antiguo secretario general de la ONU confirmó ayer en una conferencia de prensa que numerosas conversaciones de su esposa, sus hijos y de su empleada doméstica figuran entre las transcripciones obtenidas por el programa de Canal 2. "Era un espionaje permanente", añadió.

Los responsables de Contrapunto aseguran que las intercepciones sólo pudieron hacerse con equipos sofisticados que no están al alcance de personas o instituciones comunes. Gonzalo Quijandría, conductor del programa, dijo tener en su poder un documento con las solicitudes de compra de una institución armada para adquirir dichos aparatos de espionaje telefónico, y anunció que presentarán estas pruebas a la Fiscalía de la nación, aunque no públicamente, porque podrían podrían afectar a la seguridad del Estado.

"Pónganse a pensar qué ocurrirá en 1999 si Fujimori se presenta a las elecciones. Qué seguridad y garantías tendrán el resto de los candidatos", planteó el diputado de UPP Jorge Avendaño, uno de los espiados.

Pérez de Cuéllar fue más explícito: "No tengo la más mínima confianza en las elecciones del 2000. Esto es delincuencia y como tal hay que castigarla. El Gobierno tiene la obligación de investigar, y espero que el juez encargado no sea escogido a dedo, porque ya estamos cansados de que los jueces que investigan los escándalos del Gobierno se nombren ad hoc".

Caso para el fiscal

La primera medida que adoptará el ex secretario general de la ONU será poner el caso en manos del fiscal de la nación y, posteriormente, tiene previsto presentar una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos. "Lo que más preocupa subrayó Pérez de Cuéllar, "es la imagen de nuestro país en el mundo. Qué impresión tendrán los inversionistas de un país donde los ciudadanos son objeto de espionaje. Yo no soy ningún desconocido en el extranjero".Con este nuevo escándalo el presidente Fujimori recibe un nuevo puntillazo en un momento en el que está acosado desde varios frentes. Curiosamente, el golpe le llega de nuevo desde Frecuencia Latina-Canal 2 de televisión, con el que el Gobierno libra una abierta batalla. Su accionista mayoritario de origen israelí, Baruch Ivcher, ha sido despojado de la nacionalidad peruana por el Gobierno y, cautelarmente, de todos sus títulos de propiedad en el canal por un juez.

lvcher se marchó el mayo a Miami acosado por el Ejecutivo y los militares peruanos (llegó a recibir amenazas de muerte), pero conserva en su poder información muy comprometedora para el Gobierno y, especialmente, los servicios secretos que dirige VIadimiro Montesinos, que un competente equipo de periodistas se encarga de suministrar periódicamente a la opinión pública peruana.