Jordi Pujol no se cree la negativa de Aznar a modificar el sistema de financiación autonómica

Jordi Pujol no se cree las palabras de su aliado José María Aznar cuando éste rechaza la posibilidad de modificar el modelo de financiación autonómica, vigente hasta el año 2001. Pujol -que lleva meses advirtiendo que cuando expire el actual sistema reclamará para Cataluña un modelo similar al del País Vasco- aconsejó ayer a los nacionalistas catalanes que no se dejen impresionar por el presidente del Gobierno, Y para apoyar este consejo, recordó: "Aznar también había rechazado la cesión del 15% del IRPF a las autonomías, pero luego acabó cediendo el 30% y sin topes".

El detonante de estas palabras de Jordi Pujol fue una entrevista con José María Aznar que ayer publicó La Vanguardia, en ella el presidente del Gobierno afirmaba que Cataluña "ya tiene un sistema de financiación satisfactorio y no hay por qué cambiarlo".El líder de Unió y socio de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, también replicó de inmediato a Aznar: "El sistema de financiación es manifiestamente mejorable por insuficiente, injusto e insolidario para Cataluña", declaró a Efe.

Pujol, que ayer clausuró en Planoles (Girona) la escuela de verano de la rama juvenil de Convergència, subrayó ante los jóvenes nacionalistas la consigna de no dejarse impresionar por las palabras de Aznar. "Lo único importante", arengó el líder de CiU, "es que [los nacionalistas] seamos fuertes en Cataluña y que hagamos servir esa fuerza [frente al Gobierno central para modificar sus planteamientos]".

El presidente catalán aprovechó para anunciar que CiU hará servir esa misma fuerza para impedir que los presupuestos del Estado para 1998 dejen a Cataluña sin las inversiones que la coalición nacionalista considera necesarias. Pujol señaló que, garantizando en cualquier caso el cumplimiento de los requisitos macroeconómicos para que España ingrese en la moneda única europea, los presupuestos de 1998 pueden tener diversas orientaciones. Y subrayó que no todas ellas satisfarían a CiU.

Anticipos electorales

Citó Pujol, además de las inversiones en Cataluña, las pensiones, y advirtió al Gobierno que, llegado el caso, le costará mucho convencer a CiU de la eventual necesidad de reducir el poder adquisitivo de los pensionistas. Recordó que a la vuelta de vacaciones los nacionalistas pretenden negociar todos estos aspectos con el Gobierno y advirtió al PP catalán que, por más divergencias que puedan surgir en la negociación presupuestaria, se abstenga de amenazar con dejar a CiU en minoría en el Parlament."¿Que nos dejan en minoría?", se interrogó retóricamente Pujol. "Pues muy bien, que lo hagan y ya veremos qué pasa. Quizá entonces las elecciones, las autonómicas y las generales, tengan que celebrarse antes del fin de sus respectivas legislaturas". Tras esta admonición, Pujol subrayó que su deseo es agotar la actual legislatura catalana, que si no media un anticipo electoral expirará en otoño de 1999.

El presidente catalán aprovechó la ocasión Para acusar al PP de "deslealtad" porque, dijo, los conservadores están promoviendo en España la idea de que la reclamación de CiU sobre la financiación del déficit de la sanidad pública sólo beneficiará a Cataluña, cuando afectárá a toda España.

Pujol descargó luego su artillería directamente contra el ministro para las Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, por haber acusado a los nacionalistas de crear tensiones en España con sus reivindicaciones autonómicas. "A Rajoy le fallaron la memoria y la aritmética, pues si CiU ha introducido algo en la política española no es tensión, sino estabilidad", replicó el líder de CiU, y apostilló: "No se puede decir lo mismo del PP, que desde 1993 provocó una desestabilización muy peligrosa para el país".