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Investigadas un centenar de sociedades por importar ilegalmente material informáfico

Jan Martínez Ahrens

Los defraudadores han encontrado un océano abierto en la informática. El Servicio de Vigilancia Aduanera de Madrid, dependiente de la Agencia Tributaria, ha detectado la existencia de más de un centenar de sociedades fantasma especializadas en burlar la vigilancia aduanera del aeropuerto de Barajas para introducir ilegalmente componentes informáticos, importados básicamente de EE UU y Hong Kong. Esta firmas se caracterizan por su efímera existencia, no más de seis meses, que les permite desaparecer sin dejar apenas rastro. Entretanto, siempre según Fuentes del SVA, inundan el mercado de componentes de bajo coste destinados a pecés clónicos.

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La persecución de esta nueva modalidad de piratería informática se ha convertido en una de las prioridades de los inspectores del Servicio de Vigilancia Aduanera de Madrid. De momento, han detectado que entre 1994 y 1995 florecieron en la región 78 empresas de este tipo, y otras 48 Firmas cuyo ciclo evolutivo se había desarrollado durante 1996.Pese a esta multiplicidad, los inspectores del SVA han destapado que en la mayoría de los casos estas sociedades han sido constituidas por un reducido grupo de personas. "Siempre son los mismos, en principio casi todos eran de nacionalidad argentina, pero ahora hay también españoles", indicó una fuente del SVA.

La forma de operar de estas firmas sigue una pauta fija. Una vez constituida la sociedad, importan desde EE UU o Hong Kong componentes informáticos. Pero falsean la declaración de aduanas, de forma que en estos documentos aparecen citados materiales que no se corresponden a la mercancía real.

"Por ejemplo, declaran carcasas y monitores, pero en realidad también traen microprocesadores en el interior. O bien declaran mercancía por un va lor por debajo del real . No es delito de contrabando, pero sí un fraude", indicó la citada fuente. Superado el control del aeropuerto, estas sociedades distribuyen los componentes en comercios de la capital.

El triple fraude cometido -a la importación, al arancel comunitario y al IVA- permite que los productos así construidos tengan un precio de venta muy por debajo del de sus competidores legales. Resultado: arrasan el mercado.

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Para evitar que su presencia sea descubierta, estas sociedades poseen una mínima infraestructura. "Un departamento con una sola telefonista y una dirección de Correos basta para domiciliar a siete de estas firmas", añadió el SVA. Tras disolverse a los seis meses, se reconstituyen en otras sociedades, y vuelta a empezar con otro nombre.

Para atraparles, el Servicio de Vigilancia Aduanera ha iniciado una investigación masiva destinada a reconstruir la contabilidad de estas firmas.

Con tal fin, se ha dirigido a los compradores de estos materiales para que les faciliten los justificantes de las operaciones. Los datos así obtenidos se casarán con las declaraciones aduaneras de dichas sociedades.

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Sobre la firma

Jan Martínez Ahrens
Director de EL PAÍS-América. Fue director adjunto en Madrid y corresponsal jefe en EE UU y México. En 2017, el Club de Prensa Internacional le dio el premio al mejor corresponsal. Participó en Wikileaks, Los papeles de Guantánamo y Chinaleaks. Ldo. en Filosofía, máster en Periodismo y PDD por el IESE, fue alumno de García Márquez en FNPI.

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