Las autoridades alemanas temen que cedan otros diques del Oder
La situación de las zonas del este de Alemania afectadas por las inundaciones se ha agudizado en los últimos dos días, después de que se rompieron los primeros diques situados en la orilla alemana del río Oder. Según el ministro del Interior del Estado federado de Brandemburgo, Alwin Ziel, en la región sigue vigente el estado e alerta máxima y no se descarta que otros diques terminen también perdiendo su lucha contra las aguas. Por el momento, no ha habido muertos ni heridos, aunque cerca de 6.000 personas han tenido que ser evacuadas a causa de las inundaciones.
Sin embargo, los daños económicos se calculan en varios cientos de millones de marcos, según estimaciones provisionales de las compañías de seguros. En la Cámara de Industria y Comercio de Francfort del Oder calculan que muchas pequeñas empresas situadas cerca del río pueden haber quedado irreparablemente, destruidas por las inundaciones. "Sin embargo, la mayoría de la gente por el momento sólo piensa en que las cosas tienen que seguir adelante de alguna forma", dijo un portavoz de esa organización.La catástrofe ha obligado a evacuar a, cerca de 6.000 personas, muchas de las cuales se han resistido a abandonar sus casas por temor a que las mismas sean saqueadas durante su ausencia. También ha sido necesario trasladar a tierras seguras a varios cientos de cabezas de ganado en el llano del Oder, donde una posible ruptura de los diques afectaría a una zona de 50 kilómetros de largo por 15 de ancho, en la que viven cerca de 19.000 personas.
La Confederación Alemana para la Protección del Medio Ambiente y la Naturaleza ha señalado que los daños producidos por las lluvias no han sido mayores en Alemania, gracias a que en la región del Oder hay suficientes pantanos que retienen bastante agua. Según esta organización, un caso similar en el Rin o en el Mosela hubiera tenido consecuencias mucho más graves, debido a que los alrededores de esos dos ríos están en gran parte pavimentados.
Ayuda del Ejército
El ministro de Defensa, Volker Rühe, visitó ayer las regiones afectadas por las inundaciones y señaló que nunca antes el Ejército federal alemán había tenido un papel tan grande en la lucha contra una catástrofe natural.El número de soldados presentes en las zonas afectadas asciende a 8.300 y, además de participar en los trabajos de reparación de los diques, deben velar por la seguridad en los pueblos evacuados y ayudar a que el miedo de la población a posibles saqueos disminuya.
El Ejército federal está preparado ante la eventualidad de nuevas roturas de diques y tiene 40 helicópteros permanentemente disponibles para nuevas evacuaciones. Además, tiene listo un sistema especial de comunicaciones para el caso de que se produjera un colapso telefónico en la región. El Gobierno del Estado federado de Brandemburgo, por su parte, se reunió hoy en Francfort del Oder para llegar a nuevas medidas destinadas a combatir la catástrofe y anunció una ayuda inmediata de 100.000 marcos (unas 8.400.000 pesetas), de la que se beneficiarán las familias afectadas por las evacuaciones.
El Gobierno de Bonn ha aprobado un programa económico de ayuda inmediata a las víctimas por valor de 20 millones de marcos (unas 1.680 millones de pesetas) y la concesión de créditos sin interés por otros 200 millones de marcos (alrededor de 16.800 millones de pesetas).
El ministro federal del Interior, Manfred Kanther, también visitó las zonas inundadas y elogió la colaboración entre el Ejército, la policía de fronteras, los equipos de auxilio técnico y los ayudantes voluntarios, así como la cooperación con las autoridades polacas.
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