La conexión y las arcas del PP

Cañellas cobró 50 millones y Berastáin dispersó el soborno en gastos del partido sin que "hiciera constar estas operaciones en el PP ni lo reflejara en documento alguno". Cheques bancarios, talones al portador sin identificar y documentos desaparecidos en la cercana Banca Abel Matutes. "La técnica utilizada ( ... ) demuestra la existencia de un plan global previo dotado de estricta racionalidad tendente a lograr la opacidad de la operación", dice la sentencia. Los magistrados destacan que la mayoría de los ingresos "que acabaron en las arcas del PP" eran de 500.000 pesetas, lo que refuerza "la idea de planificación global y metódica".En los orígenes existió una primera factura falsa de 137 millones que fue endosada a un fallecido. De ella derivan los 50 entregados al PP y un misterioso maletín de 72 millones que nadie dice quién se llevó.

Nada es casual, dicen los jueces al describir "la conexión Cuart-Cañellas-Berastáin, la casualidad del directo aprovechamiento a través de múltiples vías descritas por parte del PP y de, la Fundación Illes Balears de fondos procedentes" de la compañía (de Cuart) que logró de (Cañellas y del Gobierno del PP) la concesión del túnel de Sóller.