El PP pone condiciones a CiU para apoyar el Presupuesto catalán

El PP no votará a favor de los presupuestos de la Generalitat para 1998 a cualquier precio. En lo que sonó a una seria advertencia a CiU, Alberto Fernández Díaz, presidente del PP catalán, recomendó ayer a la coalición nacionalista que se vaya preparando para iniciar cuanto antes las negociaciones presupuestarias.En la clausura de la escuela de verano del PP, en L'Ametlla de Mar, el líder conservador en Cataluña dejaba claro de este modo que el apoyo que CiU presta al Gobierno de José María Aznar en el Congreso no representa un cheque en blanco para la coalición nacionalista en Cataluña, y menos en materia de política económica y linguística.

El PP pondrá sobre la mesa de negociaciones cuatro principios o condiciones que los, conservadores consideran irrenunciables: reducir el déficit público y recortar el gasto de la Generafltat, proveer inversiones que favorezcan el reequilibrio territorial de Cataluña, mantener las ayudas sociales y, sobre todo, acabar con el clientelismo que la oposición catalana atribuye al Gobierno nacionalista de la Generalitat. Si CiU no asume estas condiciones, precisó Fernández, el PP no apoyará en el Parlament los presupuestos para el próximo año.

La advertencia del líder del PP catalán no fue prematura ya que, según sus propias palabras, el objetivo es "evitar a CiU sorpresas de última, hora". Los conservadores quieren aprovechar el verano para impulsar el debate presupuestario bajo unos criterios de "rigor y objetividad", añadió.

Táctica similar

No obstante, la contundencia con que Fernández trató a CiU al comienzo de su discurso de ayer se fue difuminando poco a poco hasta acabar convirtiéndose en una reiteración de las pautas políticas que el grupo del PP aplica día a día en el Parlament desde que el anterior líder del PP en Cataluña, Aleix Vidal-Quadras, martillo de nacionalistas, fue condenado al ostracismo. Es decir, ensalzó la cultura del diálogo y del pacto que permite la estabilidad del Gobierno y rechazó el enfrentamiento frontal con CiU.El año pasado, el PP utilizó una táctica similar para, después de unas breves negociaciones con CiU, acabar apoyando el Presupuesto actual. Precisamente para tratar de marcar distancias respecto de la experiencia del año pasado, Fernández no olvidó en ningún momento de su discurso los dos frentes que el PP mantiene abiertos con CiU en Cataluña: el presupuestario y el lingüístico. Ambos, según los conservadores, deben ser negociados con los nacionalistas.

Fernández enarboló el doble objetivo de arrebatar el centro político a CiU, de la que dijo que avanza hacia la radicalización, y acabar con el hecho de que Cataluña sea "el baluarte del socialismo español", circunstancia que, agregó, se produce "gracias a la complicidad de CiU".