El Gobierno decide hoy el cese del director de la Agencia Tributaria por el escándalo de los 200.000 millones

El Ministerio de Economía y Hacienda ha decidido proponer al Consejo de Ministros el cese del director general de la Agencia Tributaria, Jesús Bermejo, dentro de una amplia reorganización en Hacienda y como resultado de su actuación en el escándalo de los 200.000 millones, Su sustituto será el actual director del Servicio de Auditoría Interna de la Agencia, José Aurelio García Martín. Bermejo pasará a ser director del Instituto de Estudios Fiscales.La destitución del número tres del organigrama de Hacienda, después del ministro, Rodrigo Rato, y del secretario de Estado, Juan Costa, es resultado de la profunda crisis abierta por la acusación al anterior Gobierno socialista de haber dejado prescribir 600 expedientes fiscales por valor de 200.000 millones de pesetas.

La denuncia, efectuada, por Costa el pasado enero y amplificada después por el presidente del Gobierno, José María Aznar, y los máximos responsables del PP, resultó un fracaso estrepitoso. Tras cinco meses de intenso trabajo, la comisión de investigación creada en el Congreso no encontró pruebas ni de la amnistía fiscal ni del amiguismo con que el PP atizó al: grupo mayoritario de la oposición.

A Bermejo, inspector de Finanzas del Estado, se le, achaca haber sido el propulsor de esta- denuncia. También, el haber realizado visitas nocturnas a su antiguo despacho en la Unidad de Represión y Vigilancia del Fraude Fiscal en busca de los expedientes tramitados cuándo él era su responsable, con el Gobierno socialista.

Esas visitas dieron lugar a la apertura de una investigación interna en Hacienda, dirigida precisamente por el que será su sustituto. El ministerio no ha hecho Públicas sus conclusiones aunque fuentes de Hacienda vinculan el cese de Bermejo con los resultados. La visitas fueron efectuadas por Bermejo junto a la directora general de la Inspección, Pilar Valiente, cuya destitución también podría producirse hoy.

La dimisión de Bermejo fue pedida en el Congreso por IU-IC y el PSOE, al entender que había impedido el trabajo de la comisión de investigación. También, por considerar demostrado que Bermejo había dejado también prescribir expedientes fiscales durante su gestión al frente de la Unidad del Fraude. En esa etapa, Bermejo, dirigió las investigaciones en asuntos de fuerte calado político como el de Filesa.

Pero no sólo a Bermejo se le han vuelto en contra las acusaciones contra el PSOE. Tanto Rato como Costa tienen ahora que recomponer el pésimo ambiente creado en la inspección de Hacienda. A princípios de semana, la asociación de los inspectores calificó la situación de "insostenible" y reiteró que no habían recibido instrucciones políticas para paralizar determinados expedientes.