Europa y la 'pax' americana
El Acta fundacional entre Rusia y la OTAN firmada en París y la cumbre atlántica que hoy comienza en Madrid ponen formalmente fin a 40 años de guerra fría e instituyen, como sucede al término de toda contienda, a los beligerantes en vencedores y vencidos. ¿Quiénes son unos y otros? Rusia, que reclamó con tanto ahínco la disolución de la OTAN al extinguirse el Pacto de Varsovia y que pensó que la OSCE sería la plataforma llamada a sustituir a la Organización del Atlántico Norte, es la gran perdedora. Estados Unidos que confirma su dominación política y bélica, es el ganador. Estos acontecimientos y la situación que generan ¿son positivos o negativos? En su haber hay que inscribir cuatro aportaciones importantes: la de proclamar la paz y constituirse en garante de su mantenimiento; la de consagrar el triunfo de los países qué han apostado por los derechos humanos y por la democracia consolidando su alianza; la de instaurar un nuevo ámbito de contacto y concertación entre las dos grandes potencias militares de¡ mundo; la de reforzar en Rusia la corriente de los partidarios del acercamiento a Occidente en un momento en el que su dimensión asiática y sus neocomunistas empujan en dirección opuesta.Considerable haber que tiene graves debes en su contra, derivados de la confusión entre los principios e intereses de la Alianza y los intereses de Estados Unidos, empeñado este último en una implacable lucha por la hegemonía económica mundial, que olvida con frecuencia todo principio. Algunos ejemplos: 1) Airbus y la industria aeronáutica europea intranquilizan a los industriales norteamericanos. Para imponer definitivamente su dominio, la Comisión Federal de Comercio, que es la autoridad antimonopolio estadounidense, ha aprobado la fusión de Boeing y de MacDonnell. La nueva compañía controlará el 70% del mundo aeronáutico mundial y el 90% de los aviones que crucen nuestros cielos serán suyos. Lo que ha provocado el aplauso, obviamente en seis lenguas, de los defensores del Libre Mercado y del Libre Comercio. 2) El grupo germano-francés Eurocopter había llegado a un acuerdo con Rumania para el montaje del helicoptero Puma, de concepción francesa, en ese país. La firma Bell acaba de desplazar a los europeos firmando un contrato con los rumanos para la venta de 90 helicópteros, americanos. La consideración de que Estados Unidos manda en la OTAN ha sido, sin duda, decisiva en esta nueva orientación comercial. 3) La opinión pública de los países latinoamericanos se. oponía, a que se anulase la prohibición que existía desde 1977 en Estados Unidos de vender aviones de combate en la zona. Contra esa opinión, el Departamento de Defensa ha autorizado la venta de los sofisticadísimos F16 a Chile, abriendo una nueva carrera armamentista en América Latina y desestabilizando militar y económicamente dicha zona. 4) La desaparición del bloque soviético supone una disminución de más del 50% en la compra de armas por parte del Pentágono que la industria militar norteamericana intenta compensar con la venta de armas al extranjero. En ese, intento participa, según The New York Times, la Administración federal con más de 6.500 agentes que hacen de Estados Unidos el mayor vendedor de armas del mundo, incluyendo las minas antipersonales. No sin estropicio: el 85% del equipamiento militar que venden a las naciones en desarrollo tienen como destino países no democráticos.
¿Qué puede hacer Europa para corregir esa deriva después de que Tony Blair, en nombre del Reino Unido, haya vetado la posibilidad de que exista a plazo corto y medio una defensa europea, coordinada con la OTAN, pero autónoma? Pues insistir en ello, tomando pie en los pocos soportes que nos quedan. El artículo G7 del reciente Tratado de Amsterdam, la extensión y la profundización de las acciones Pettersberg que dicho Tratado acepta y reconoce y, sobre todo, la reivindicación de la UEO cuya implosión vía OTAN busca Estados Unidos y que debe seguir siendo nuestra referencia militar. Al igual que hemos de revitalizar el grupo de trabajo sobre política de armamento en el seno del Consejo. Se me dirá que nadie nos garantiza que Europa sea más fiel a sus principios que Estados Unidos. Tal vez. Pero esto es lo nuestro. Aquí es donde podemos opinar, votar y hasta gritar. Allá, no.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.