13 asociaciones de galeristas y artistas apoyan al Reina Sofía

La Unión de Asociaciones de Galerías de Arte de España, que representa a nueve asociaciones y 200 galerías, y la Unión de Asociaciones de Artistas Visuales, con cuatro asociaciones (de Baleares, Cataluña, Madrid y País Vasco), apoyaron ayer "inequivocamente" la posición del patronato del Museo Nacional Reina Sofía en su decisión de no trasladar el Guernica al museo Guggenheim Bilbao. El escrito está firmado por Juan Antonio Maragall y Florenci Guntín, por las respectivas entidades.

El Guggenheim había solicitado un traslado temporal del mural de Picasso para la apertura del museo el próximo 3 de octubre, apoyado la semana pasada por los grupos parlamentarios, excepto el socialista, que se abstuvo, en una proposición no de ley.

En su texto, artistas y galeristas indican que "debe prevalecer la decisión de quien tiene la autoridad para tomarla y dispone además del respaldo legal, técnico y profesional para ello", ya que los museos públicos "son depositarios de la confianza y la autoridad que la sociedad les ha otorgado". "Sería gravísimo que se produjeran o aceptaran presiones de carácter político sobre una decisión que debe moverse en el ámbito estrictamente museístico. Sería tanto como devaluar la obra de arte, dejarla al albur de decisiones discrecionales y de circunstancias de orden político, y no en manos de aquellos a quienes, por su profesionalidad y experiencia, la sociedad ha confiado la custodia de obras irreemplazables, que forman parte de su historia".

También afirman que "los poderes públicos deben respetar, en esta y en futuras ocasiones, la autonomía de decisión que los museos públicos tienen, porque en ello se halla en juego algo que es importante para la cultura y para la conservación del patrimonio artístico".

Opiniones políticas

Valeriano Bozal, presidente del patronato del Reina Sofía, emitió ayer en Santander un "rotundo no" al posible traslado del Guernica, informa Javier Sampedro. Al menos. no "a corto plazo", y desde luego no a tiempo para la inauguración del museo bilbaíno. La negativa, según Bozal, está basada en irrefutables análisis científicos y no es revisable por muchos nuevos informes favorables que puedan aparecer ni por muchas opiniones políticas que se puedan proferir sobre el asunto. La única posibilidad que Bozal admite para el "futuro indefinido" es la de estudiar una posible restauración del cuadro previa a su traslado, y aun así se muestra renuente. "Algunos conservadores prefieren no intervenir sobre la obra y, de todos modos, cualquier actuación sería muy laboriosa y dilatada en el tiempo" Bozal expresó su confianza en que el deterioro del cuadro no aumente, pero se mostró convencido de que ello exige que la obra no se mueva "ni al Guggenheim ni a ninguna otra parte".