Arquitectura, espejos, vídeos y rock forman la retrospectiva de Dan Graham en Santiago
"Casi todas las grandes obras son parodias", dice el artista estadounidense
Escultor, fotógrafo, diseñador de edificios realizador de vídeos y hasta productor musical, Dan Graham -Urbana, IIlinois (Estados Unidos), 1.941- conserva un cierto aire juvenil y un humor corrosivo que no deja de aplicar ni a si mismo. El Centro Galego de Arte Contemporáneo (CGAC) inauguró ayer la primera exposición retrospectiva en España de este artista radial en casi todo - "Fidel Castro es mi héroe", bromea nada más ser presentado-, enraizado en las tradiciones conceptual y ninimalista y que alcanzó gran celebridad en los años setenta.
Con sus espejos, gigantescos o mínimos, cóncavos o convexos, opacos o con tenues transparencias, Graham muestra la subjetividad de la percepción humana, sus fundamentos ilusorios, y aprovecha para burlarse "de la idea de perspectiva que impuso el Renacimiento". El mismo ve también un eco "de la época h¡ppy". 0, en términos más actuales, se puede rastrear en Graham esa confusión entre realidad objetiva y realidad virtual producto del imperio televisivo y de los avances de la cibernética, dos aspectos muy presentes en su obra. Al recorrer la muestra, el espectador ve su propia imagen mil veces desdoblada, distorsionada, grabada en cámaras de vídeo, confundida con la propia realidad hasta el punto de lograr que el visitante pierda las referencias espacio-temporales.La exposición de Santiago arranca con creaciones de mediados de los años sesenta. Entonces Graham se propuso dar la vuelta a los conceptos del pop art, la vanguardia que triunfaba en Estados Unidos. "Ellos extraían elementos de las revistas para elevarlos a la categoría de obras de arte", explica, "yo seguí el camino inverso: llevé mis obras a las páginas de las revistas, como un modo de sacarlas del ámbito de los museos".
Graham se hizo adulto con la eclosión del rock y el movimiento juvenil contracultural. A sus 56 años, sigue intentando no perder contacto con el público adolescente, que en el CGAC puede encontrarse con una agradable sorpresa musical.
La muestra incluye una videoinstalación titulada Rock my religión en la que varios monitores ofrecen ininterrumpidamente clips de músicos muy populares, desde viejas leyendas como Jimi Hendrix o The King's hasta Paty Smitt, Malcohn McLaren o los más modernos Sonic Youth.
Diálogo con el paisaje
Dan Graham es además un notable diseñador de edificios, en los que se trasluce de nuevo su obsesión por los espejos y los juegos de imágenes, unida a un interés por la arquitectura ecológica y el diálogo con el paisaje. Algunos de estos proyectos se han quedado en simples maquetas, pero no por ello dejan de ser objetos artísticos, según su autor: 'Tos modelos son un híbrido entre arquitectura y arte, y en odas mis obras trato de reunir dos modalidades artísticas: la Música, el vídeo, la fotografia ..."Para la muestra del CGAC, Graham ha aportado una creación totalmente nueva: una pirámide truncada de cristal que puede verse en la terraza del museo. Él mismo se apresura a resaltar las similitudes con las pirámides del Louvre, una obra que considera prototípica de una arquitectura que "alcanzó su esplendor con Mitterrand" y que no duda en llamar "fascista", por su estética rayana con el colosalismo de la Antigüedad. ¿Es esto entonces una parodia de las pirámides del Louvre? "Desde El Quijote", se sonríe Graham, "todas las grandes obras de arte son parodias".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.