La actriz Anna Galiena se muestra indiferente a la etiqueta de "mito erótico"
Su nombre está ligado al papel de transparente objeto del deseo que interpretó en El marido de la peluquera. Anna Galiena es ahora la protagonista de Cuestión de suerte, la nueva película de Rafael Moleón, en la que interpreta a una mujer madura que vive un romance con un joven, codiciado, a su vez, por chicas de su edad. "Interpreto a una seductora que termina cayendo en sus propias redes", afirmó ayer en Madrid."Es,en el fondo, una mujer romántica y enamorada, y muy frágil, que busca el éxito por la vía fácil, pero que resulta víctima de sus maquinaciones, y que descubre que nunca ha tenido a nadie, ni un lugar en el mundo". Galliena aseguró que no le preocupa ser un mito erótico. "Lo digo en el doble sentido: no me preocupa que los demás me cataloguen como tal, ni yo me preocupo por fomentarlo".Julio, el coprotagonista encarnado por Eduardo Noriega, personaje activo hasta lo trepidante, ha reconocido, no obstante, su rubor a la hora de aproximarse a su bella partenaire italiana en las escenas de cama. "Tuve que ayudarle", señaló la actriz, "o más propiamente, ayudarnos a los dos, creando el clima de relajación adecuado. Sé por experiencia que cuanto más aséptico sea el ambiente que rodee al plató, mejor resultarán las escenas eróticas. El mejor lugar para un rodaje sexual sería el quirófano de una clínica suiza". Galiena explicó también los motivos de su bigamia con el cine y el teatro. "Para mí, el cine y el teatro son complementarios e irreductibles. En el primero, quemas los nervios y eres un obrero en una cadena de montaje; con el teatro, recuperas la naturalidad artesana".
Babelia
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