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Santer promete a Londres medidas contra las empresas pesqueras conjuntas

El presidente de la Comisión Europea, Jacques Santer, ha remitido una carta al primer ministro británico, Tony Blair, en la que se anuncia la posibilidad de que el Gobierno del Reino Unido pueda adoptar medidas encaminadas a que la flota de las empresas pesqueras conjuntas españolas que operan en aquellas aguas mantenga mayores vínculos económicos con ese país.La carta recoge la posibilidad de obligar a que el 50% de las descargas de pescado se hagan en puertos británicos, a que las tripulaciones tengan trabajadores del Reino Unido y a que los barcos inicien sus faenas zarpando desde aquel país.

La ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, Loyola de Palacio, considera que se trata de una carta sin valor. Lo único que se debe tener tener en cuenta en este contencioso es la sentencia del Tribunal de Luxemburgo de hace un año, en la que se condenaba a Londres a pagar altas indemnizaciones por bloquear la actividad de esta flota en 1989, opina Agricultura.

De Palacio entiende que, en el mejor de los casos, se trata de un asunto a debatir en el Consejo de Ministros de Pesca y no puede ser una decisión del presidente de la Comisión Europea.

El director general de Recursos Pesqueros, José Ramón Barañano, considera que la carta de Santer "entra en un terreno político muy resbaladizo, que podría chocar de lleno contra las reglas de juego del mercado único". Agricultura ha remitido la carta a los servicios jurídicos de Asuntos Exteriores para analizar y valorar la posible respuesta a la misiva de Bruselas.

Cambio de criterio

Las autoridades del Reino Unido, con el anterior Gobierno, conservador, habían planteado a la Unión Europea la necesidad de reformar el propio Tratado con el fin de evitar la actual situación de las empresas conjuntas en ese país, que datan de los años ochenta. Estos barcos británicos fueron comprados por armadores españoles y holandeses y operan con bandera de ese país y capturan cuotas pesqueras del Reino Unido.Con el triunfo de los laboristas, Londres modificó su actitud e impulsó plantear una estrategia diferente, que ya puso en práctica en la cumbre de Amsterdam. Este cambio se centra en intentar que Bruselas imponga a las empresas conjuntas unos mayores vínculos económicos, entre los que destaca la obligación de realizar descargas en el Reino Unido. Pero el asunto no fue abordado en Amsterdam. Fue inmediatamente después cuando Jacques Santer tomó la iniciativa.

El 14 de julio tendrá lugar en Londres el juicio definitivo para que los jueces británicos fijen las indemnizaciones que se deben pagar a los barcos españoles, en cumplimiento de la sentencia del Tribunal de Luxemburgo.

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