Treinta fotógrafos retratan su intimidad

Una fotografía del estudio de Baylón con las paredes llenas de imágenes se acerca a la intención de la exposición El álbum. Cuando la mirada acaricia, inaugurada ayer en la sala del Canal de Isabel II, de Madrid (Santa Engracia, 125). Su comisario, Rafael Doctor, ha reunido a 30 fotógrafos para que enseñen algunos aspectos de sus colecciones más íntimas y personales. Los autores muestran a familiares, viajes, vacaciones, el parto de un hijo y retratos de su entorno.

Los angelitos y maternidades de Ouka Lele inician el recorrido de la exposición El álbum. Cuando la mirada acaricia, organizada por la Consejería de Educación y Cultura de la Comunidad de Madrid. Los 30 fotógrafos han dispuesto de un espacio para presentar su proyecto, donde pueden incluir imágenes y textos. Cada uno ha elegido también el formato y el diseño. La pintora Fran López Bru ha dibujado un fondo de colores para situar las fotos de sus sobrinos, mientras que Carmen Cantón ha colocado una silla frente a sus retratos con polaroid para que se miren en panorámica los distintos personajes que presentan una bola (de¡ mundo) negra.El álbum de Javier Esteban presenta a su familia, formada por perros y gatos, junto a un autorretrato en el día de la boda. La propuesta de Rafael Álvarez es presentar en un mismo espacio un doble retrato: minimalista de las facciones de una persona y otro íntimo donde sugieren sus orientaciones vitales. Pablo Santana recoge una selección de retratos en los que siempre aparece su propia mano, mientras que Luis de las Alas coloca a los miembros de su familia con los álbumes abiertos. Hay estampas con el paso del tiempo, como las de Fernando Flores, y otras con una elaboración de técnica de publicidad, como las de Robert Royal.

"Hago un trabajo de apropiacionismo con una historia de mi mujer y mi hijo que es absolutamente falsa", declaró ayer Pedro López Cañas, quien ha buscado los materiales en los álbumes de sus familiares. En el caso de Luis Pérez Mínguez, ha escogido entre sus 250.000 negativos -casi todos inéditos- algunas imágenes de la serie Naturalmente desnudos, con la adolescencia de su hijo Manuel. "Son fotos llenas de poesía, dulzura y cariño, aunque algunos amigos me dicen que tal como están los tiempos me pueden meter en la cárcel".

La intimidad llega a retratar Beatriz Ruibal el despertar durante 365 días, las habitaciones de Alberto García-Alix, la Pilar de Javier Campano, el nacimiento de Oliva por Pedro Albornoz el 12 de marzo de 1992 a las 2.40, el verano de 1996 de Jorge F. Bazaga, las heridas de la memoria de Javier Vila, las primeras imágenes de la hija de Cristina Zelich, los encuentros de David Hilliard, los cuerpos de Jana Leo, David Jiménez y Alejandra Weil, la familia de María Meseguer, la maternidad de Ricardo B. Sánchez, los viajes de Patric Tato Wittig y Jorge Lens. También figuran los retratos de Martí Casanelles, el viaje de Matt Glass y el altar que ha formado Mary Pinto con sus transferencias sobre tela.

Rafael Doctor, comisario también de anteriores muestras, como Impuros, Miradas y visiones, La fotografía sin cámara y El cuerpo y la memoria, en la misma sala, dice que El álbum es su proyecto más arriesgado donde quiere resaltar el tema de lo cotidiano y que el espectador reconozca el valor de sus propias imágenes.

"Todos somos artistas, todos somos fotógrafos. Es una forma de que el público se pueda reconocer en la fotografía, como un medio estético y almacén de la memoria y que al mismo tiempo se convenza de que la fatografía conserva lo mejor de nosotros", declara. "Los distintos discursos de los 30 fotógrafos tienen la intención de crear nuevas obras y de conservar su memoria. La fatografía es una forma de mirar, de acariciar con la mirada; hacer una foto es un acto tierno, como dar un beso".