Erradicar la pobreza
LA HUMANIDAD ha progresado de manera espectacular, vaya esto por delante. Pero no ha lugar para la satisfacción; quedan en el mundo 800 millones de personas que no comen lo suficiente y 1.300 millones que viven con menos de un dólar (145 pesetas) al día. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el mundo tiene en sus manos la posibilidad de erradicar la miseria en los próximos 20 años. Aunque esta pobreza extrema se centra, según el último Informe sobre desarrollo humano del PNUD, en Asia (39%) -pese a los rápidos progresos de una gran parte de ese continente-, África, América Latina y ahora en los países de la antigua Unión Soviética, también afecta a 100 millones de personas en los países más ricos. La lucha contra la pobreza, la marginación y la exclusión no corresponde, pues, sólo a la dimensión Norte-Sur, sino a todas las sociedades.El PNUD no sólo ha desarrollado su valioso índice de Desarrollo Humano -en el que España ocupa el undécimo lugar entre los países más desarrollados-, sino también un índice sobre la Pobreza Humana que toma en cuenta, junto a los ingresos, otros datos sobre educación o esperanza de vida. Medidos por este cómputo, los países que más han progresado han sido Trinidad y Tobago, Cuba, Chile y Singapur, que han reducido la pobreza a menos del 10% de su población, pese a ser países pobres.
El plan del PNUD para encarar el siglo XXI y superar la pobreza existente tiene un precio: la redistribución de 80.000 millones de dólares (11,6 billones de pesetas), que es el 0,5% de la riqueza global. Considera que la ayuda exterior al desarrollo debe concentrarse en tareas esenciales como la enseñanza -el mejor factor nivelador al alza-, la sanidad básica y la salubridad del agua, la lucha contra la malnutrición, la igualdad de sexos, la democratización, la lucha contra la corrupción y la reducción de los gastos en armamentos de los países más pobres. Si en 30 años las dos terceras partes de la humanidad han avanzado lo que el mundo industrializado en un siglo, ¿por qué no va a poder recuperar terreno la cuarta parte restante? La respuesta no es sencilla. Pero al menos el PNUD la plantea y advierte: el problema es la política. Pero también es la solución.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.