Bruselas abre el proceso de despido del funcionario Fernando Mansito

La Comisión Europea abrió el martes el procedimiento, previo para despedir al funcionario español Fernando Mansito, director general adjunto de Agricultura. La decisión ha sido tomada a propuesta del comisario de Agricultura, el austriaco Franz Fischler, enfrentado a Mansito durante la crisis de las vacas locas.

Oficialmente, la decisión de aplicar a Mansito el llamado artículo 50 -que faculta a la Comisión a desprenderse de cualquier funcionario apelando a las necesidades del servicio- no tiene nada que ver con la crisis de las vacas locas. La Comisión sostiene que se debe a la falta de entendimiento del funcionario español con el comisario Fischler, que ha recibido el apoyo abierto de los gabinetes del presidente Jacques Santer y del comisario responsable de personal, el finlandés Erkki Liikanen.Los dos comisarios españoles, Marcelino Oreja y Manuel Marín, dieron su apoyo a la propuesta de Fischler después de recibir garantías de que ésta obedecía sólo a razones del servicio y no suponía una represalia por las diferencias mantenidas por Mansito con el comisario Fischler durante la gestión de la crisis de las vacas locas.

A pesar de que Oreja y Marín recibieron esas garantías, es sabido en Bruselas que Fischler montó en cólera cuando Mansito discrepó abiertamente con éste cuando el comisario propuso la suavización del embargo de las terneras británicas en tres productos: semen, sebo y gelatinas. Mansito advirtió especialmente contra el peligro de permitir la exportación de gelatinas a pesar de que varios informes recomendaban lo contrario.

Los responsables

La Comisión decidió unilateralmente suavizar el embargo -contra la opinión de muchos Estados miembros-, pero el tiempo dio la razón a Mansito: los científicos ratificaron que el procedimiento de fabricación de las gelatinas no ofrecía garantías de que se eliminara el prión transmisor de la enfermedad. Fischler ya intentó el despido de Mansito el verano pasado (ver EL PAÍS de 6 de junio de 1996), pero tuvo que dar marcha atrás al trascender en la prensa sus intenciones. Se limitó a trasladarle de puesto: pasó de la sanidad animal al desarrollo rural.La represalia contra Mansito puede ser la primera de una serie. Fuentes comunitarias expresaron ayer su sorpresa ante la posibilidad de que los funcionarios sean sancionados mientras siguen en su puesto tanto el comisario Franz Fischler como el controvertido director general de Agricultura, el todopoderoso y muy francés Guy Legras. El Parlamento Europeo citó a Fischler y Legras en su informe sobre las vacas locas como unos de los responsables de la mala gestión de la crisis.

La comisaria Emma Bonino, que tomó las riendas de este asunto después del revolcón político que el Parlamento Europeo le dio al comisario Fischler, realizó ayer un primer balance. Bonino dio un tirón de orejas a España por no aplicar correctamente la normativa sobre el tratamiento de las harinas. El proceso de fabricación de harinas es correcto, según los expertos, pero no se toman medidas para que quede claro si el destino de estas harinas era para el ganado porcino -queno corre riesgos al ingerir pienso animal- o para el vacuno.