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HACIA LA MONEDA ÚNICA.

"Plomo en las alas"

La maniobra de Francia ha reabierto la hipótesis de que la cumbre de jefes de Estado o de Gobierno de los días 16 y 17 en Amsterdam no logre cerrar la reforma del Tratado de Maastricht. "Han puesto plomo en las alas de la CIG [la Conferencia Intergubernamental que negocia la reforma]", afirmó en privado el secretario de Estado de un influyente socio comunitario. "Se han orinado en nuestra sopa", espetó con amargura un negociador de la CIG.Más allá de estas reacciones viscerales, la decisión de reequilibrar el Pacto de Estabilidad no está directamente ligada con el cierre de la CIG. Dominique Strauss-Kahn se apresuró a aclarar que Francia está en disposiciones de cerrar la CIG "porque no tenemos los compromisos electorales que hicimos respecto al Pacto de Estabilidad". Esta pirueta permitiría a Jospin dar su sí a la reforma sin comprometerse aún a avalar el Plan de Estabilidad.

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Pero todo forma parte de un conjunto y ahora crecerán las presiones sobre Francia para que se avenga a dar un sí definitivo al Pacto de Estabilidad en Amsterdam. Primero el jueves, con la visita del presidente de la Comisión Europea, Jacques Santer, a París. Pero, sobre todo, el viernes, en la cumbre franco-alemana de Poitiers.

La cuestión estriba en si la contrapartida que se le ofrece será adecuada. Si queda en pura retórica, Jospin la considerará insuficiente, pues no en vano ha apostado al fomento del empleo como guía de su acción de Gobierno. Si tiene mucho contenido, quizá resulte excesiva para Alemania, recelosa a incluir las políticas de empleo, especialmente si exigen nuevos desembolsos, por ser ferviente defensora de la independencia del futuro Banco Central Europeo y reticente a que quede demasiado supeditada a cualquier suerte de "Gobierno económico". Justo lo que pretende París.

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