_
_
_
_
_

El Museo de Los Ángeles estrena un departamento de arte experimental

La primera exposición incluye seis proyectos participativos

El Museo de Arte Contemporáneo (MOCA, siglas en inglés) de Los Ángeles ha creado un revolucionario departamento de conservadores con la función de encargar nuevas obras de arte de carácter experimental. Su primer programa, Uncommonsense, que quiere decir sentido fuera de lo común, comprende seis proyectos que rompen los límites tradicionales del museo; entre ellos, un rodeo celebrado en directo, un programa interactivo de Internet y mensajes subversivos discretamente incorporados a una popular serie televisiva.

La exposición a gran escala, que se puede ver hasta el 6 de julio en el enorme almacén del MOCA, es sólo una parte de Uncommon sense. Las actividades complementarias, la mayor parte de las cuales implica la participación de gente de diversos sectores de la comunidad de Los Ángeles -desde ejecutivos de televisión hasta bomberos-, se consideran parte integral del trabajo de los artistas. Conservadores como Julie Lazar y Tom Finkelpearl seleccionaron a artistas conocidos por su forma participativa de concebir el arte y, lo que resulta más polémico, por la importancia que dan a las cuestiones sociales y políticas.Algunos de los artistas intentan incitar a la reflexión de formas poco habituales. Ann Carlson y Mary Ellen Strom presentan uno de los pasatiempos favoritos del Oeste americano -el rodeo- en el interior del museo. Los espectadores pueden observarlo con prismáticos, algunos equipados con vídeos de regiones conflictivas, como Chiapas y Bosnia.

En un divertido intento de neutralizar la actitud mojigata ante el cuerpo humano, la atrevida Karen Finley (blanco de la ira puritana a principios de los años noventa por sus apariciones desnuda) ha diseñado un programa que comprende unas clases de dibujo de modelos desnudos en el museo, un montaje de una estatua de un desnudo masculino y femenino sobre la que se proyectan sugerentes imágenes -plátanos, ostras...- y una dirección de Internet en la que se invita a responder a la pregunta: "¿Qué le resulta ofensivo?".

Otros artistas han optado por centrarse en problemas locales e intentan fomentar el diálogo en una ciudad marcada por extremas tensiones sociales. La compañía de teatro Comerstone utiliza un autobús municipal (aparcado en el interior del museo) como escenario de dramáticos paseos imaginarios por Los Ángeles. Se invita a conductores de autobús auténticos y demás aficionados a que actúen en las obras.

Mierle Laderman Ukeles ha creado un montaje a gran escala que alude indirectamente a los disturbios callejeros de Los Ángeles en 1992. Para reconocer el papel que desempeñaron los barrenderos y los bomberos en los disturbios, el artista les pidió qué creasen obras para la exposición.

El afroamericano Rick Lowe ha ido tan lejos como para proponer un nuevo centro cultural para el decrépito Watts, un barrio predominantemente negro de Los Ángeles. Lowe instaló una humilde casa (típica de Watts) en el museo, que utiliza como oficina para hacer los proyectos del centro de arte y celebrar reuniones con artistas de Watts y líderes de la ciudad.

El proyecto más sutil y subversivo es el de Mel Chin, que convenció a los productores de la serie Melrose Place para que le permitieran a él y a un colectivo llamado el Comité GALA diseñar objetos para el plató del programa. Cada objeto porta un mensaje político o social, como unas sábanas estampadas con la imagen de un atentado con bomba.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_