Preferible armamento nacional

La crisis llega en el peor momento, cuando hay que aumentar los gastos que requerirá la integración en la OTAN, pese a la contracción del presupuesto. Pero el titular de Defensa checo, Miloslav Vyborny, afirma que se harán: "La suma sería mucho mayor si no nos integráramos". El presupuesto, de defensa para este año prevé alrededor de mil millones de dólares, habida cuenta la devaluación de la corona.El Gobierno Klaus quiere mantener un servicio militar de 12 meses y no profesionalizar el Ejército, que se ha reducido de 85.000 a 65.000 soldados. El modelo Pacto de Varsovia, con muchos oficiales medios y tropas concentradas en las fronteras de Austria y Alemania -país éste con el que Praga liquidó oficialmente en enero su contencioso sobre los Sudetes-, ha dejado paso o otro occidental, con un despliegue más equilibrado.

La doctrina de Defensa consiste en basar la modernización en el armamento nacional y en obtener fuertes compensaciones para la industria checa cuando se compre tecnología importada. Praga, que está modernizando sus tanques soviéticos T-72, ha desarrollado un caza ligero subsónico, el L-159, construido por Aero Vodochody y al que se incorpora aviónica avanzada occidental. En mayo, el Gobierno anunció que venderá una parte de esta empresa aeronáutica en pérdidas a un consorcio encabezado por el titán Boeing-McDonnell, uno de los aspirantes a renovar los Mig 21 y 23 rusos de la aviación. Los checos iniciarán este año la selección de su avión del futuro, que quieren operativo en seis años.

Como en el caso de Varsovia y Budapest, aquí también los grandes de la aviación militar están volcados ofreciendo sus bazares. Praga, según los planes aprobados por el comité parlamentario de Defensa, pretende consolidar primero sus infraestructuras de mantenimiento y entrenamiento y después modernizarse despacio en los grandes capítulos. La aviación de combate es la parte del león.

A diferencia de Hungría o Polonia, que aceptaron cazabombarderos Mig 29 y otro material como cancelación de las antiguas deudas soviéticas, la República Checa ha optado por equipos propios u occidentales. "Hemos discutido con los ministros de Defensa húngaro y polaco una posible cooperación en la renovación de nuestros arsenales, pero cada uno tiene sus prioridades", señala Vyborny. La cesta de la compra de los tres países poscomunistas con más posibilidades de unirse a la OTAN podría alcanzar globalmente los 200 aviones.