El acusado usó nombres de parados para apropiarse de fondos reservados
José Carlos Azábal, 33 años, un cerrajero y albañil en paro, descubrió atónito que se le habían endosado a su nombre varios cheques por un valor de 50 millones de pesetas procedentes de la cuenta número 25-012128-6 de la que era titular la Secretaría de Estado para la Seguridad. Pero el parado Azábal no fue el único elegido. Francisco Fernández Pacheco, de 39 años, tesorero de una empresa de soldaduras de la localidad madrileña de Alcobendas fue el predilecto. Con un sueldo bruto de tres millones al año, figuraba como receptor de 37 talones de fondos reservados de la Secretaría de Estado para la Seguridad. Más de 100 millones de pesetas.Los elegidos solo conocían a Roldán "por televisión", sus firmas eran completamente distintas a las que aparecían en los talones pero Jorge Prieto Pardina, director de la oficina del BBV en la que Roldán y Esparza tenían sus cuentas, había decidido convertirlos en millonarios. Por supuesto, sin que nunca disfrutaran de ese dinero. Un dinero de los fondos reservados del que Roldán se apropió desde su llegada a la Guardia Civil, según afirma el fiscal.
Roldán negó ayer haber dado ninguna instrucción ni a Esparza ni a Prieto Pardina para que ejecutara esta operación de blanqueo utilizando a parados como testaferros. "Desconozco lo que pasó con esos ingresos; me he enterado por el sumario", dijo. Aseguró que esos fondos reservados los cobraba siempre en efectivo y no en cheques tal como está acreditado.
Ayer, el procesado reconoció que desde su etapa como delegado del Gobierno en Navarra hasta su mandato en la Guardia Civil ingresó en sus cuentas personales e invirtió en su sociedad Europe Capital S L más de 435 millones de los fondos reservados. Pero pretendió convencer al tribunal de que le entregaron esa fortuna en concepto de "sobresueldo e indemnización por el riesgo de su trabajo", por orden de José Barrionuevo y José Luis Corcuera, entonces ministros del Interior.
Según su testimonio, comenzó a cobrar esos sobresueldos durante su etapa como delegado del Gobierno en Navarra. Pero a su llegada a la Guardia Civil las gratificaciones se multiplicaron: 435 millones entre 1987 y 1993.
La versión de Roldán sufrió un revés cuando el fiscal le recordó que en los años 1987 y 1988 había ingresado en sus cuentas más del doble de dinero en cheques de fondos reservados del que aseguró recibir como "gratificación". Por ejemplo, en 1988 Roldán asegura haber sido gratificado con 22 millones de fondos reservados y en sus cuentas aparecen 74 millones con ese origen. Además, reconoció no haber declarado a Hacienda ni una peseta de ese dinero.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.