_
_
_
_

La NASA ensaya la futura llegada de la sonda Mars Pathfinder en Marte

El programa ocupa a mil personas y cuesta 22.000 millones al año

Dos de la tarde en California, en el Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA en Pasadena. Unas 30 personas de la sala de operaciones de la misión Mars Pathfinder rompen en aplausos y exclamaciones de alegría: la sonda espacial se ha posado en la superficie de Marte y está viva. Es el ensayo general de lo que será la emocionante llegada de la Mars Pathfinder, y el pequeño vehículo todoterreno que lleva dentro, tras siete meses de viaje desde la Tierra y un recorrido de millones de kilómetros.

Más información
Ares Ballis

El gran momento será el próximo 4 de julio, la fiesta nacional estadounidense. A las dos de la tarde, hora del Pacífico, si todo ha salido bien en la difícil maniobra de descenso, el artefacto espacial enviará una señal como la supuestamente recibida el martes pasado en el centro de control.Unas 5.500 personas que trabajan en el mítico laboratorio JPL gestionado por la Universidad Caltech, centro de la NASA, que ha protagonizado todas las misiones de exploración planetaria estadounidenses, están al tanto de lo que pasa con el programa de Marte. Los indicios de que en ese planeta pudo existir vida hace millones de años han estimulado el interés por estas misiones, aunque ni están diseñadas ni capacitadas para aclarar el misterio.

"La semana pasada hicimos la revisión general detallada de toda la misión, paso por paso, de todos los instrumentos, ahora hacemos el ensayo general", explica Danna Shirley, directivo del Programa de Exploración de Marte, que ocupa a más de mil personas, gasta 150 millones de dólares (unos 22.000 millones de pesetas) al año y pretende la exploración continuada del planeta enviando allí naves, y vehículos, todos robots automáticos, durante los próximos 10 años.

Después, el 10 de septiembre, llegará a Marte la otra nave que está en camino, la Mars Global Surveyor (MGS), que se pondrá en órbita del planeta y desde allí lo fotografiará y reconocerá durante un par de años como mínimo.

El ensayo general ha empezado a primera hora de la mañana. Tras 20 minutos de arriesgado descenso por la atmósfera marciana, el Pathfinder habrá tocado el suelo a las 10.00, siempre hora del Pacífico. "La sonda tiene que abrirse al llegar a Marte, desplegar unos paracaídas para frenar y descender en la atmósfera, desprender la pantalla de protección térmica y finalmente hinchar unos enormes airbag que amortiguarán el golpe al tocar el suelo, en total 150 dispositivos pirotécnicos tienen que encenderse en su momento exacto", explica Sirley. "¿El mayor riesgo? Tendremos cuatro horas de incertidumbre".

Cuatro horas más tarde, los primeros datos de la sonda se refieren al estado de los sistemas y, con ellos, los operadores toman en el JPL la primera decisión: abrir la antena principal para facilitar la comunicación. Luego la cámara del artilugio envía, a eso de las seis de la tarde, las primeras imágenes mostrando el paisaje del aterrizaje. Con esa información, los expertos tienen que decidir en qué dirección sale el pequeño vehículo explorador.

Lelf Harcke está observa el ordenador de comunicaciones en que aparece la esperada señal, simulada esta vez. "Es este pico de puntitos verdes que destaca sobre el ruido de fondo", dice.

Una vez que la sonda esté en suelo marciano sana y salva, los responsables de la operación decidirán por qué lado hacen salir al pequeño vehículo explorador de la cápsula, una estructura de tres pétalos que se abren. Será casi 12 horas después del impacto de caída.

Supuestamente han recibido ya algunos datos a cerca de la metereología de Marte, pero su gran momento empieza cuando tienen que decidir hacia dónde dirigir el vehículo explorador, un todoterreno de 10 kilos y el tamaño de un juguete teledirigido, con paneles solares para suministrarle energía, seis ruedas, dos cámaras delante y una detrás, y dispositivos para analizar los minerales del suelo y las rocas que encuentre.

¿Cuántos días funcionará? Como mínimo una o dos semanasa, tal vez uno o dos meses. "Hace mucho frío en Marte, el contraste de temperatura entre la noche y el día es muy fuerte y los materiales estarán sometidos a enormes tensiones, algo puede romperse", explica la responsable del programa. Es la primera vez que la NASA envía un vehículo así a otro planeta, sólo antes los rusos lo utilizaron en la Luna en los años setenta.

Pero ninguno de los instrumentos de Pathfinder pueden buscar indicios de vida como los que presumiblemente se han encontrado en un meteorito arrastrado de Marte hace millones de años y hallado en la Antártida. La controversia de si son o no restos de alguna forma de organismo vivo sigue abierta.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_