Los artistas californianos buscan su lado oscuro
'Sol y negro' reúne en Dinamarca 200 obras de 49 creadores de la mítica Costa Oeste
La más completa exposición de arte californiano que se ha organizado en los último,, tiempos está ya instalada en el Museo Louisiana en Humlebaek, Dinamarca. Sunshine and noir (Sol y negro), cuyo comisario es Lars Nittve, incluye casi 200 pinturas, esculturas, instalaciones y vídeos de 49 artistas en cuyas obras destacan dos facetas de Los Ángeles: los alegres y soleados sueños utópicos de los años sesenta y las nuevas visiones negras y cínicas de los noventa.
Mike Kelley, un artista de Los Ángeles cuya obra se expuso recientemente en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA), es uno de los protagonistas clave de un grupo de creadores que resalta el lado oscuro de la vida de California. Kelley y otros, entre los que se incluyen Lari Pittman, Lynn Foulkes, Paul McCarthy, Raymond Pettibon, Charles Ray, Jim Shaw y Megan Williams, crean lo que se denomina en arte chico malo y chica mala. Caracterizado por sus contenidos chocantes y ofensivos y por un extremo mal gusto, su arte empieza a ser reconocido como una nueva tendencia que surge en la Costa Oeste de Estados Unidos.Los artistas, la mayoría de ellos cuarentones, crecieron alimentándose de anuncios, programas de televisión y películas que retrataban a California como la tierra donde el Sol siempre brillaba y los sueños se hacían realidad. Oponiéndose a la imagen del californiano joven, guapo, de buenos modales y equilibrado emocionalmente, su arte trata de la confusión de los adolescentes, de la perversión sexual, de la violencia y de las familias desestructuradas. Entre sus fuentes de inspiración se incluyen el rock and roll, los cómics, la televisión de bajo nivel cultural y la literatura barata de las novelas sensacionalistas.
El arte chico malo y chica mala de Los Angeles se distingue por sus referencias sarcásticas al sueño californiano y, por extensión, a su poderosa influencia en la vida de Estados Unidos. Charles Ray parodia la obsesión de Hollywood por el cuerpo perfecto (que lleva a miles de estadounidenses a someterse a la cirugía estética). Sus esculturas realzan el contraste entre el cuerpo real y el ideal; como un absurdo maniquí de plástico que resultaría muy apropiado para un escaparate si no fuera por su aparato sexual, de un gran realismo.
Lari Pittman, cuyas pinturas fueron expuestas recientemente en Washington, realiza una sátira del "encanto sintético", popularizado por los diseñadores de interiores californianos. Debido a la preeminencia de Los Ángeles como la capital del diseño de Estados Unidos, los hogares de clase media están llenos de paneles de plástico que imitan mal la madera, papel pintado de muaré, antigüedades falsas, figurillas de búhos y de duendes y otros objetos kitsch.
Cultura juvenil
Otro de los blancos a ridiculizar favoritos de estos artistas es la idealización de la cultura juvenil. Dado que las poderosas industrias del entretenimiento y de la moda de California están dirigidas a consumidores adolescentes, Kelley y otros artistas muestran con extrema ironía una mentalidad juvenil obsesionada desesperadamente con las bromas sexuales y escatológicas burdas. Una instalación representativa de Kelley, titulada Public address system (Sistema de discurso público), consiste en un inodoro enganchado a un sistema de altavoces. Gran parte del arte de Los Ángeles presenta una extraña confusión de valores. El rito católico, por ejemplo, cede su lugar a la comida rápida en la versión californiana de la Última cena, de Jim Shaw, que muestra a Jesús sentado delante de una caja de pizza.La muestra viajará, finalizada su estancia en Dinamarca el 7 de septiembre, al Wolfburg Kunstmuseum (Alemania), la Hayward Gallery (Londres), al Castello di Rivoli (Italia) y al Museo de Arte Armand Hammer (Los Ángeles).
Babelia
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