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Tribuna:
Tribuna
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Aquel mentís

Álex Grijelmo

Cuando los hechos demuestran su terquedad, conviene recordar cómo fueron descritos por los dirigentes políticos afectados. Y más conviene en estos tiempos, en que se extiende la idea de que negar la verdad equivale a suprimirla.El fraude del voto por correo -montado para unas elecciones donde se preveían escasísimas diferencias- fue denunciado en sucesivas informaciones publicadas en EL PAÍS entre mayo y septiembre de 1991. El recurso contencioso-electoral que presentó el PSOE salió derrotado en el Tribunal Superior de Justicia, que dio por válidos los resultados y remitió el caso a la vía penal. Eso permitió a destacados políticos del PP descalificar con estilo chulesco tales noticias. En una rueda de prensa que se celebró el 2 de julio de 1991, el entonces presidente del partido en Madrid, Luis Eduardo Cortés -actual consejero regional-, consideró que todo se había reducido a una maniobra del PSOE y sus adláteres, en alusión a este periódico. Por su parte, Abc acusó a EL PAÍS de manipular el caso siguiendo instrucciones de Felipe González.

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Ningún otro periódico consideró interesante el supuesto fraude, ni sus ramificaciones en Palencia, Salamanca, Guadalajara y Valladolid. Ni siquiera cuando el notario Alberto Ballarín testificó que su firma había sido falsificada casi 4.000 veces.

Una lentísima instrucción termina ahora con la decisión de sentar en el banquillo a 10 implicados. Pero en todo este tiempo. no se ha practicado una prueba tal vez definitiva: el cotejo de caligrafías de quienes gestionaron los sufragios postales con las de quienes falsificaron firmas de electores, notario y médico, cuyas estampillas rellenaron también con su propia mano. Porque, según lo conocido hasta hoy, puede establecerse sin duda la existencia de unas falsificaciones promovidas por gestores del PP, pero aún no ha quedado claro, a efectos de prueba judicial, quiénes las cometieron exactamente.

Al menos, eso sí, ahora todos los diarios hablarán del juicio, y no sólo los adláteres.

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Sobre la firma

Álex Grijelmo
Doctor en Periodismo, y PADE (dirección de empresas) por el IESE. Estuvo vinculado a los equipos directivos de EL PAÍS y Prisa desde 1983 hasta 2022, excepto cuando presidió Efe (2004-2012), etapa en la que creó la Fundéu. Ha publicado una docena de libros sobre lenguaje y comunicación. En 2019 recibió el premio Castilla y León de Humanidades

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