Una complicación técnica

La complicación técnica del traspaso de la recaudación de los ya famosos impuestos especiales, que los catalanes también persiguen, se centra en calcular de manera exacta el consumo que los vascos hacen tanto de alcohol, como de tabaco e hidrocarburos para que la cifra definitiva se ajuste con precisión.El asunto se complica ante la dificultad para discriminar en los centros de distribución de alcohol, tabaco e hidrocarburos, la cantidad de esos productos que se dedican exclusivamente al consumo de sus ciudadanos, y no a los de las provincias limítrofes.

Sin embargo, ayer, ni la administración vasca ni la central quisieron aclarar sobre qué encuestas se van a calcular los índices de consumo para aplicar definitivamente a la fórmula de cálculo.

Los partidos vascos saludaron ayer como una buena noticia el compromiso sobre ampliación de la capacidad normativa vasca sobre el IRPF y los impuestos especiales y estimaron que apuntala el autogobierno vasco, informa Efe. El lehendakari, José Antonio Ardanza, mostró desde Amsterdam su satisfacción, lo mismo que el secretario general de los socialistas vascos, Ramón Jáuregui, quien indicó que "es positivo para la estabilidad".

Rafael Larreina, vicesecretario de EA, considera que con el acuerdo se podrá "quitar crispación" al ambiente político actual, una opinión similar a la de Javier Madrazo (IU), quien afirmó: "Se ha acabado con una situación de incertidumbre y se ha apuntalado uno de los pilares de nuestro autogobierno". La Confederación Empresarial Vasca también se felicitó del acuerdo entre Madrid y Vitoria.