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El nuevo Programa Nacional de FP se retrasa

La inversión necesaria no se concreta en el borrador elaborado

El segundo Programa Nacional de Formación Profesional (FP) 1997-2001 está sufriendo un importante retraso. El anterior expiró el pasado mes de diciembre. EL último borrador, después de varias reuniones celebradas por la comisión interministerial Educación-Trabajo, es del 30 de abril, pero todavía no se ha elaborado un documento definitivo y se desconoce la fecha en que se someterá a la aprobación del Consejo General de Formación Profesional, organismo que debe remitir la propuesta al Consejo de Ministros y que no fue renovado en 1996, como le correspondía.Sin estar constituido el Consejo no hay posibilidad alguna de agilizar el proceso. La última noticia sobre este organismo es del pasado jueves, cuando el Senado aprobó la incorporación de las comunidades autónomas al Consejo, que cuenta, además, con las representaciones de los empresarios, los sindicatos y los ministerios de Educación y de Trabajo.

"Estamos trabajando en ello", explica Antonio Peleteiro, director general de FP y Promoción. Educativa. "No debemos ir más allá hasta que esté constituido el Consejo". Peleteiro asegura que el programa saldrá "lo antes posible"`.

La comisión interministerial, de carácter técnico, ha omitido en el borrador aspectos esenciales, como la creación de un instituto centralizado de cualificaciones, y la renovación, obligatoria cada cinco años, de la lista de títulos. Además, el cuadro de financiación figura en blanco, debido a que "ha de ser el Consejo el que defina dicho presupuesto", afirma Antonio Peleteiro.Fechas de preinscripciónEl texto no ofrece aspectos innovadores y se limita a los objetivos que no se cumplieron del primer programa (1993-96). El retraso que está experimentando la marcha de la nueva Formación Profesional incluye el hecho de que Educación aún no ha hecho públicas las fechas de preinscripción para los ciclos de grado superior (de 18 a 20 años).

El recorrido por la FP impartida de forma anticipada desde que fuera aprobada la reforma permite detectar los aciertos, fallos y dificultades hasta ahora experimentados. La unificación de los antiguos institutos de bachillerato y de FP en institutos de enseñanza secundaria (IES) está creando problemas de adaptación, sobre todo entre los profesores de bachillerato. A esto se añaden las deficiencias de instalaciones y laboratorios, que persisten en muchos de los centros.

El inglés, lengua que se considera imprescindible en la mayoría de las ramas técnicas, no aparece en los planes de estudio ni siquiera como optativa. "Es incomprensible. En el mundo de las nuevas tecnologías, el inglés es vital", comenta Pedro Rosés, director del Instituto Virgen de La Paloma, de Madrid, un centro con una tradición de 50 años en la FP.

Lo que más inquieta a la comunidad docente de la FP es la realización de entre 300 y 400 horas obligatorias de prácticas en las empresas. "Hasta ahora se está resolviendo el panorama, pero no se sabe qué pasará de aquí al año 2000, cuando sean 150.000 alumnos los que las necesiten", afirma Angel Ledesma, jefe de estudios del Instituto Virgen de la Paloma.

En la actualidad hay 19.000 alumnos en los ciclos de grado superior (18-20 años, tras el bachillerato) y 17.500 de grado medio (16-18 años, al término de la secundaria obligatoria). En paralelo se mantienen 120.000 en el sistema antiguo.

Esos 36.500 alumnos del nuevo plan están forzando a un fuerte incremento en la captación de empresas. Aunque las organizaciones empresariales, los sindicatos y las cámaras de comercio llegaron a buenos propósitos con Educación, las empresas siguen reticentes. Entre otras razones, por su incapacidad para cumplir con el diseño de la reforma, que obliga no sólo a la participación de un tutor asignado por la empresa, sino a que el alumno pase por todas las ramas de su especialidad. "Es casi imposible: en mecánica de coches tendrían que pasar en tres meses por chapa, pintura, soldadura y motores", reconoce un empresario.

Para Pedro Rosés, director del Virgen de la Paloma, "lo importante es que tomen contacto con la vida de la empresa". En la antigua FP sólo cuatro profesiones eran solicitadas (administración, electricidad-electrónica, mecánica y peluquería). A partir de la reforma hay un mapa de 22 familias profesionales y un catálogo de 135 titulaciones, aunque no todas se imparten en todos los centros.Títulos y trabajo

Además de fijar una nueva financiación, con los programas nacionales se pretende alcanzar un sistema de acreditación profesional que unifique los títulos de formación reglada y los certificados de trabajo del Instituto Nacional de Empleo (Inem), precisamente para adaptar los diplomas a los perfiles del empleo.

En esta dirección, el primer objetivo del nuevo borrador refleja la necesidad de lograr una vertebración y coordinación efectivas, y una organización territorial del sistema de la FP con un traspaso gradual a las comunidades autónomas. También prevé la redacción de una norma para crear un sistema nacional de cualificaciones profesionales, acompañado de fórmulas de certificación que permitan una adecuada transparencia en el mercado laboral. Ambos puntos figuraban en el primer programa, pero no fueron alcanzados.

Otros objetivos del documento son una mayor aproximación entre la FP y las empresas, la mejora y desarrollo de la FP específica, una atención especial a los jóvenes que soliciten la formación inicial, la potenciación de los centros educativos y la incorporación a éstos de especialistas de las empresas.

El éxito del primer programa (1993-1996) se puede resumir en que logró que la FP comenzara a recuperar el prestigio perdido a lo largo de su historia: se había convertido en el destino de los que fracasaban en el sistema escolar.

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