La ONU pide a Israel que modifique sus leyes que permiten la tortura
El Comité contra la Tortura de la ONU pidió ayer a Israel que deje de practicar la tortura como método para obtener información y que modifique su legislación para ponerla en sintonía con los principios de la Convención contra la Tortura, documento que ese país firmó en 1987. Esas recomendaciones fueron emitidas tras escuchar el miércoles cómo Israel defendía el uso de la tortura para luchar contra el terrorismo.
En nombre del Comité, el experto canadiense Peter Thomas Burtis leyó las recomendaciones de la ONU a Israel en materia de tortura: "Que los interrogatorios en los que se usan los métodos Landau [golpear a los detenidos, ponerles música a todo volumen, cubrirles la cabeza con capuchas y privarles del sueño], o cualquier otro método de interrogación que viole los artículos 1 y 16 de la Convención contra la Tortura, cesen inmediatamente".De esa manera, el Comité rechazó los argumentos del Gobierno de Israel de que "no debía considerarse ilícito", de acuerdo con su legislación interna, la práctica de una violencia física moderada contra detenidos con el objetivo de sacarles información. Los responsables israelíes argumentaron el miércoles que ese tipo de prácticas se realizaban "debido a la necesidad" de luchar contra el terrorismo. Para el Comité, no es una excusa válida, según el artículo dos párrafo dos de la Convención. "A nuestro juicio, Israel no puede presentar la necesidad como causa válida", argumentó Burris.
Tomando nota del primer argumento israelí, el Comité proporcionó la segunda recomendación para que el Gobierno israelí integre las disposciones de la Convención en su derecho interno. Y en particular, "para que la definición de tortura se adopte literalmente". Según la ONU, tortura "es todo acto por el que, de forma intencionada, se inflige a una persona dolor o sufrimiento severo, físico o mental, para obtener una confesión".
Burris pidió a Israel que mostrara su conformidad con los artículos 21 y 22 de la Convención, que permitiría que el Comité recibiese "comunicaciones personales por parte de las personas que dicen que han sido objeto de malos tratos". También exige que Israel retire sus reservas al artículo 20, para darle al organismo la jurisdicción para investigar las "indicaciones sistemáticas" que permiten creer que se practica la tortura.
El Estado judío tiene hasta el 1 de septiembre, como muy tarde, para enumerar las medidas que ha tomado para aplicar las recomendaciones del comité. Israel, uno de los 102 países que ha adoptado la Convención de la ONU contra la Tortura, reaccionó ayer con ira ante la condena de la ONU, a la que también se ha sumado Amnistía Internacional. David Bar-lllan, asesor del presidente Benjamin Netanyahu, dijo que "el señalar" a Israel cuando estos "métodos" se utilizan en todo el mundo representaba una actitud "hipócrita".
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