Fuentes humanitarias acusan a tropas de Mobutu de matar a 200 civiles
ENVIADO ESPECIAL La mayoría de los 200 civiles muertos en la batalla de Kenge no perdieron la vida en un fuego cruzado. Fueron asesinados. Entre las víctimas hay 10 voluntarios locales del Comité Internacional de la Cruz Roja. Fuentes humanitarias acusan a las fuerzas del Gobierno de Mobutu Sese Seko de perpetrar esta matanza. Algunos testigos señalan a los mercenarios angoleños de Unita (Unión Nacional para la Independencia Total de Angola), que pelean junto a las Fuerzas Armadas Zaireñas (FAZ), como responsables de lo sucedido.
Al parecer, los soldados de Unita llevaron el peso de la contraofensiva sobre Kenge y reaccionaron de forma sanguinaria al ser atacados con piedras y flechas por la población local. Esta trataba de evitar la destrucción de puentes. Algunos de los asesinados en la acción de castigo se encontraban dentro de un templo kimbanguista, una de las sectas locales más prósperas desde la independencia. Las noticias de estas atrocidades han sido con Firmadas por cuatro fuentes. El número de heridos supera el millar. Las siete monjas claretianas españolas que trabajan en ese área se encuentran bien.
No hay duda tampoco de que el Ejército mobutista fue derrotado en Kenge y. que se vio obligado a retroceder 30 kilómetros al oeste, en dirección a la capital, Kinshasa. Kenge está en manos de los hombres de Laurent Kabila. Igual que Bandundu, más al norte, con lo que los rebeldes han abierto un segundo frente a 300 kilómetros de Kinshasa. Ahora, la nueva batalla se ha trasladado a Kwango, casi en los límites del Gran Kinshasa, en la carretera de Kenge, a unos 160 kilómetros de la capital y 120 del aeropuerto. Un surafricano que dice haber sido miembro de Executive Outcomes, la compañía de mercenarios más importante del mundo, y que afirma estar aquí como "observador", asegura que los soldados de Unita son la última carta que tiene el régimen. "Son los soldados más duros toda África", dice.
Soldados de Nigeria
Un miembro de la ONU que exige el anonimato aseguró ayer a EL PAÍS que el Gobierno de Mobutu está concentrando en Kwango y en el aeropuerto de N'Djili sus mejores hombres y el armamento más moderno. Según la prensa local, además de los mercenarios de Unita, hay soldados traidos de Nigeria. E propio hijo de Mobutu, Kongolo, aficionado a la ropa cara, las discos y las pistolas, está entrenando una fuerza de 1.700 jóvenes de entre 16 y 18 años para defender el palacio de su padre. Ya han desertado 700.
Mobutu Sese Seko, tras lograr el apoyo a una solución pacífica y negociada a la crisis de sus amigos francófonos de Gabón, Togo y República Centro africana y Camerún, se dispone a regresar hoy a Kinshasa. Con este gesto quiere demostrar a todos los que precipitadamente anunciaron su exilio que se han equivocado. Sin embargo, fuentes diplomáticas europeas asegurar que existe ya un pacto con EE UU para que el todavía presidente deje la capital en pocos días con al excusa de un nuevo tratamiento médico.
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