Los rectores piden una subida de matriculas paralela al aumento de financiación pública

Los rectores consideran que el sistema universitario español necesita ineludiblemente un incremento de la financiación que en un plazo de siete años permita llegar hasta 1,5% del producto interior bruto a partir del actual 1%. Para compensar este medio punto que separa a España del promedio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), los responsables universitarios consideran imprescindible un incremento de las tasas de matrículas equivalente en términos proporcionales al de la financiación pública.Los estudiantes pagan entre un 17% y un 20% del coste real de las carreras. Como ejemplo, los universitarios asturianos pagan de 90.000 a 100.000 pesetas en concepto de matrícula, cuando el coste del puesto universitario ronda las 400.000 pesetas. Además del aumento de las tasas académicas y las subvenciones de los gobiernos autonómicos, los rectores reclaman un incremento del presupuesto destinado a becas, como forma de redistribuir con equidad el esfuerzo financiero.

El rector de la Universidad de Córdoba, Amador Jover, es partidario de subir las tasas por encima del índice de inflación. "El alumno paga muy poco, así que, con un aumento, se solucionaría una parte del problema de financiación que tienen las universidades con los poderes públicos. Tenemos que buscar recursos ajenos, y una fuente de esos ingresos son las matrículas, que deben aumentar", explica Jover, partidario de que las primeras matrículas sean más baratas que las segundas o las terceras. "Sería un incremento racional, siempre que vaya acompañado de una buena política de becas", añade.

Debate en toda Europa

El rector de la Universidad Autónoma de Barcelona, Carles Solà, que preside la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), afirma que "este debate se está produciendo en toda Europa y hay que analizarlo en ese contexto. Es cierto que la aportación de los alumnos es muy reducida, pero muy elevada si se compara con la de otros alumnos europeos

El presidente de la CRUE recuerda que la aportación de los estudiantes en Francia es del 2%; en Portugal es una cifra simbólica, y en Alemania se rechazó una propuesta que elevaba el coste de la matrícula a 8.500 pesetas. "Lo que está claro es que la financiación de las universidades debe ser pública y que cualquier aumento de tasas debe ir acompañado de becas", añade.

También el rector de la Universidad Politécnica de Madrid, Saturnino de la Plaza, apoya esta iniciativa, avalado por las cifras de su campus: el 19,08% de la financiación proviene de las tasas de los alumnos. Un alumno que cursa una carrera experimental, señala De la Plaza, cuesta alrededor de 450.000 pesetas anuales. "Para la Politécnica, y teniendo en cuenta los presupuestos de la universidad, esto supone un déficit de unas 60.000 pesetas. Y estas cifras afectan considerablemente al capítulo de gastos corrientes", añade.

El rector madrileño propone que, mientras no se incrementen las becas, se apruebe un discreto aumento de hasta un 5% de las tasas universitarias en la Comunidad de Madrid. Esto equivaldría a un incremento de 5.000 pesetas en las carreras más caras, las de grado de experimentalidad 1: Medicina, Odontología y Fisioterapia. Y de unas 3.200 pesetas en las más baratas, que están incluidas en el grado de experimentalidad 7, entre otras, Ciencias Políticas y de la Administración, Historia, Historia del Arte, Derecho, o Filosofía. "De momento y hasta que no haya una política de becas fuerte, me parece justo. Pero debería haber más financiación para inversiones y para becas. Entonces sí se podrían incrementar las tasas", asegura.

El rector de la Universidad de Valencia, Pedro Ruiz, señala que los estudiantes deberían pagar más. "Los tasas son muy bajas, pero el problema de financiación es mas general. Los alumnos pagan por debajo del 20% del coste de la ensenañza, y hay que empezar por arreglar el tema de las becas y aumentar el porcentaje de dinero que destina el Estado a las universidades", dice Ruiz.

El rector valenciano hace hincapié en otro problema: la disminución en la recaudación de tasas de las familias numerosas tras la reducción legal de cuatro a tres hijos aprobada por las Cortes. "Esta ley ha supuesto un recorte del dinero que llega a las universidades. Y los gobiernos de las comunidades autónomas parecen no tenerlo en cuenta". La pérdida global de las universidades por este concepto es, desde hace tres años, de unos 7.000 millones de pesetas anuales.

El vicerrector de Estudiantes de la Universidad de Oviedo, Manuel Álvarez-Uría, asegura que los alumnos cubren una parte muy pequeña del coste real. "Creo que las tasas tienen que subir, siempre que no sea una subida demasiado elevada que genere alarma social. Pero deben primarse las excelencias académicas y las condiciones económicas del estudiante con una buena política de becas", explica Alvarez-Uría.

Por otra parte, el Sindic [defensor del Alumno] de la Universidad de Girona, Joan Olóriz, ha pedido que se habilite la matrícula parcial para aquellos alumnos cuya situación personal les impida cursar sus estudios a un ritmo normal. Olóriz considera que esta figura, que sería pionera en España, contribuiría a resolver los problemas de los estudiantes que trabajan durante la carrera o aquellos que se dedican a la representación de los alumnos.