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Una nueva biografía de Mae West retrata a la actriz como una refinada empresaria del sexo

La corta carrera de la 'estrella' acabó estrangulada por la censura del 'código Hays'

Hollywood siempre ha sabido que, aparte de la destrucción, lo que realmente vende es el sexo. Pero hubo una época en que para venderlo no se metía en la entrepierna de una Sharon Stone o una Demi Moore, sino que le bastaba con la agilidad verbal y el desparpajo de un personaje adelantado a su tiempo como Mae West (1892-1980), cuyo carácter de afinada empresaria del escándalo se describe ahora en una nueva biografía. Becoming Mae West (Llegar a ser Mae West) reivindica a la que fue reina del kitsch durante cinco décadas, a pesar del empecinado boicó del censor Hays.

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En el universo de Mae West todo se movía a ritmo de jazz, difuminado por el humo y alegrado por escotes de vodevil y pantalones apretados de marinero. En Becoming Mae West, la biógrafa Emily Wortis Leider explica cómo la actriz nacida en Brooklyn edificó su pequeño imperio sobre una explotación muy bien medida del escándalo y la polémica.Escribe Leider que a Mae West no le interesaba el arte ni era una mujer de letras, sino "una suprema exhibicionista empeñada en expandir su territorio a placer, y ganar dinero con ello". El mito se desató en 1926, cuando West escribió, produjo y dirigió el musical de Broadway Sex (Sexo), por el que fue a la cárcel durante diez días acusada de obscenidad.

Calculada estrategia

Su segundo musical, sobre la homosexualidad, se titulaba Drag y fue directamente prohibido en Nueva York. "Escoger Sex como título era parte de la estrategia de West y Timony [su manager y amante] para revolver las cosas", según Leider. "Incluso los que no podían comprar una entrada para el teatro sabían de Mae West si armaba el suficiente alboroto como para que la fotografiaran y escribieran sobre ella en la prensa". George Raft, famoso duro en películas de gánsters, como Scarface, era entonces un bailarín que rechazó un papel en Sex alegando que "no estaba preparado".

Para Leider, todo esto no fue nunca producto de la improvisación: "El placer era una gran parte de todo ello, pero tenía que acotarse entre largas horas dedicadas al ensayo, la escritura, la actuación, las visitas a empresarios de música y a teatros". Esta biografía, que saldrá a la venta en junio, explica también que Mae West estaba sometida a estrictas dietas y evitaba el alcohol.

West, artista de vodevil desde los 14 años, escribió los guiones de algunos de sus mayores éxitos en el cine de Hollywood de los años 30, tales como I'm no angel y She done him wrong. Éxitos que tuvieron dos efectos inmediatos: salvar a los estudios Paramount de la ruina y acelerar la entrada en vigor del infame código censor de Will Hays, quien veía en la independencia moral de la madura actriz una grave amenaza para la moral de la nación. Pero Mae West esquivaba a los censores en un incansable juego de falsa inocencia, una tensión sexual difícil de amarrar y una colección de frases que, por su humor y sarcasmo, se convirtieron en fundamentales en la historia del cine. Finalmente, y pese al éxito comercial de sus películas, la filmografía de Mae West acabó siendo contradictoriamente muy escasa.

Pero su impacto en la cultura popular levantó ondas en otras direcciones: sus curvas inspiraron el dibujo animado Betty Boop; los chalecos salvavidas del ejército de EEUU fueron bautizados con su nombre en homenaje a sus pechos; Salvador Dalí hizo de su rostro uno de los iconos más indelebles de la historia del arte; y finalmente, su determinación y confianza en sí misma fueron a partir de los años 70 un punto de referencia para gays, feministas y, mas adelante, para la cultura de las drag queens. Mae West rodó su última película en el año 1978, dos antes de su muerte, cuando era una anciana con la mente despierta pero que apenas podía moverse y le costaba mucho esfuerzo memorizar sus frases del guión.

Becoming Mae West no es la primera biografía a fondo de la célebre actriz. Hace dos años, Ramona Curry publicó su Too much of a good thing, libro en el cual analizaba nada menos que la relación de Mae West con el desarrollo de la sexualidad en su relación con la política y la sociedad en el siglo XX.

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