La pena es que no se casen aquí dicen los vecinos de Zumárraga
El compromiso de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín, natural de Zumárraga, no alteró ayer la tranquila tarde en el municipio guipuzcoano. El despliegue de medios de comunicación reclamó más la atención de los pocos vecinos congregados en la plaza. "Ama [mamá], que están entrevistando en la tele al alcalde", grita una niña. Minutos más tarde, otro aviso, el de la retransmisión desde la Zarzuela, llena el bar Ezkiotarra, lugar de reunión de vecinos y periodistas. Otros bares optan por el fútbol o la película.Sin embargo, el noviazgo sí acaparó las conversaciones de las últimas semanas. "Parece que sólo se casa él", se queja una tendera que pone su puesto todos los sábados en la plaza, a pocos metros del comercio de ropa de los Urdangarín. El comentario es excepcional, la localidad está mayo ritariamente feliz con la boda. "La pena es que no se casen aquí", dice una vecina. "O en el santuario de Loyola, que es más grande", dice otra.
"La boda nos hace más cercanos y mejora la imagen del País Vasco", señala Jesús Aramburu, dueño del bar cercano al consistorio. "Al final no va a hacer falta el Ven y cuéntalo [lema de la Consejería vasca de Turismo]". Aramburu es más explícito que la mayoría de sus vecinos, que se limitan a decir que la boda les parece "muy bien". Como a José Ramón Lizarralde, encargado del batzoki (sede social del PNV) de Zumárraga, que durante la retransmisión del compromiso estuvo desierto.
Por el alcalde que no quede. El socialista Antón Arbulu ha ofrecido para la boda la ermita de Nuestra Señora de la Antigua -"la capilla Sixtina del arte vasco"- "Sabemos que no puede ser, pero les ofrecemos lo que tenemos
El regalo está decidido. Arbulu, en un obsequio conjunto con el artista vasco Jorge Oteiza, enviará a la pareja una escultura, réplica de otra de cuatro metros de altura que el escultor está haciendo para Zumárraga. Un vecino aportará un retrato de don Juan, abuelo de doña Cristina, obra de Gustavo de Maeztu. "La boda acercará a España y a Euskal Herria, y aportará un talante de solidaridad que suponga paz, cariño y prosperidad para Zumárraga y los vascos", dice Arbulu, que define a Urdangarín como jatorra (simpático) y resalta "el talante humano de la Infanta".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.