Interpol dice que los 'narcos' usan la inmigración ilegal para traer droga a España

Las redes internacionales de tráfico de droga están utilizando a los inmigrantes ilegales que llegan a España a través de África Occidental para introducir sustancias estupefacientes en Europa, según anunciaron ayer los expertos de Interpol reunidos en Alicante. La Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) cifra en unas 4.000 las micro-organizaciones criminales surgidas en los países del Este.El número de estas organizaciones es alarmante y surgen como consecuencia directa de la eclosión política y económica, pero están poco estructuradas y mantienen escasas conexiones entre sí. Interpol asegura que estas pequeñas bandas son "una amenaza" para el resto del mundo por su forma de actuar, especialmente agresiva. Muchas de ellas son de ámbito meramente familiar y se dedican con mayor intensidad al traslado hasta Europa occidental de capitales procedentes de la economía sumergida y actividades delictivas.

Narcotráfico, prostitución y contrabando son sus quehaceres preferidos, e irrumpen en el mercado del crimen con especial virulencia, lo que las aleja de las conocidas en ambientes policiales como "mafias clásicas".

La extorsión y el secuestro son sus armas. Para Raimond Kendall, secretario general de Interpol, estos grupos se integran en un nuevo tipo de delincuencia, "y constituirán un peligro real cuando esas 4.000 organizaciones se conviertan en 400". Eso implicaría una interconexión entre bandas y una estructura definida.

El ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja, destacó ayer, durante la clausura de la 23 a Conferencia de la Interpol, que España representa el segundo país, tras Francia, en cuanto a número de detenidos.

En el encuentro se habló de las rutas y medios utilizados por los narcotraficantes para introducir la droga en Europa. Además de la conocida Ruta de los Balcanes, cuya vía de entrada es Turquía, se ha detectado la denominada Ruta Africana. Procedente de los países de Oriente, la droga llega a Nigeria, Ghana y Gambia, desde donde, a través de inmigrantes ilegales, se introduce en Europa a través de transporte aéreo y marítimo, disimulada en contenedores de productos perecederos, para evitar demoras en las aduanas.