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Entrevista:

"No veo lejano retirarme y pasar al otro lado de la cámara

Miguel Ángel Villena

A punto de cumplir 47 años, Ana Belén (Madrid, 1950) despliega una vitalidad desbordante con los objetivos declarados de "cantar aquello que me conmueve" y "elegir aquellos papeles que me interesan y que me divierten". Todo menos aburrirse parece ser la consigna de esta mujer capaz de llenar plazas de toros con su voz sensual y su atractiva figura, dispuesta a representar papeles de miliciana anarquista o de burguesa descarada o partidaria de ,encarnar personajes del teatro clásico. Acaba de presentar Mírame, su nuevo disco, en el que ha invitado a colaborar a gentes muy distintas del mundo del espectáculo, y ya piensa en sus próximos proyectos.Pregunta. ¿Cómo explica que sus canciones le gusten igual a jubilados de 70 años que a adolescentes? ¿Es mérito de usted, de las músicas, de las letras ... ?

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Respuesta. Creo que el mérito es de las canciones porque el artista por sí solo no existe. La lógica podría indicar que el público debería ser el de mi generación, pero es cierto que a mis conciertos o a los de la gira de El gusto es nuestro acude gente muy joven, de 12 o de 15 años. Influye todo, las letras, las músicas... Algunas veces una canción, como Contamíname, atrae a los jóvenes y les despierta la curiosidad por conocer otros temas.

P. ¿A la hora de buscar una canción tiene en cuenta que responda a una sensibilidad para todos los públicos?

R. Cuando elijo, busco sencillamente aquello que me gusta cantar. No hay nada de planificación porque canto lo que me mueve y me conmueve. Yo sólo estoy obligada conmigo misma, si bien es cierto que el reto pasa porque las canciones sean reconocibles para mucha gente.

P. En su nuevo disco, Mírame, colabora mucha gente, desde Chavela Vargas a Antonio Banderas, desde Lucio Dalla al grupo Ketama. ¿Por qué?

R. No es la primera vez que invito a gente a colaborar y este proyecto lo tenía en mente desde hacía mucho tiempo. Desde que grabé en Brasil con gente brasileña se me despertaron las ganas de cantar con gente que me ha gustado mucho, que he admirado. Lo hago por puro placer y además he tenido la suerte de que todos me respondieran inmediatamente que sí. De todos modos, he tardado unos dos años en grabar el disco de Mírame porque tuve que compaginar este trabajo con el rodaje de Libertarias y con la gira del pasado verano.

P. Usted ha encarnado en los últimos meses dos papeles bien diferentes: la miliciana inflexible de Libertarias y la mujer fatal de El amor perjudica seriamente la salud. ¿Cuál le gustó más?

R. Lo cierto es que me divertí mucho con ese personaje de El amor perjudica... tan malvado, tan odioso, tan trepa. Pero cuan do Vicente Aranda me habló de Libertarias sentí que el personaje me resultaba muy cercano, muy próximo a historias que te han contado cuando eras una niña, a vivencias de tu familia o de tus vecinos. Siempre he sentido curiosidad por aquella época y por aquellas mujeres, aunque el personaje era tan diferente a mí. Era una mujer dura como una roca que no traslucía ningún sentimiento.

P. Usted ha representado personajes de todo tipo en el cine, desde los más dramáticos a los más cómicos, pasando por el teatro. ¿Por qué?

R. Lo que me gustan son los personajes bien escritos y bien llevados por el director. Yo siempre he tratado de no encasillarme en mis papeles y, de otro lado, he procurado separar claramente mi faceta de cantante de mi trabajo de actriz. He seguido, por ejemplo, haciendo teatro con una especial preferencia por los clásicos porque creo que la libertad del actor consiste en poder elegir y en asumir roles distintos. En cualquier caso, lo que intento es no aburrirme.

P. Usted ha comentado en alguna ocasión que le gustaría retirarse del primer plano y ponerse al otro lado de la cámara.

R. No veo como algo extraño o lejano retirarme y pasar al otro lado de la cámara. Cuando digo retirarme, lo comento de modo relativo, es decir, en el sentido de dejar de estar dando la cara. El cambio no habría de pasar necesariamente por la dirección [ya realizó una película en 1991] porque en el cine existen multitud de oficios, de posibilidades.

P. Usted no para. ¿Es muy organizada o muy trabajadora?

R .Organizada hasta cierto punto, pero soy muy curranta. Aún así creo que todavía tengo más capacidad de trabajo. Cuando me abandono, enseguida reacciono para poner manos a la obra.

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